jueves, noviembre 24, 2005

1700 millones

de euros es la factura de la anunciada venta a Venezuela de buques y aviones. No es calderilla precisamente, pero tampoco algo vital para nuestra economía. A esto habría que descontarle los costes de producción para ver el beneficio que traería a España, pero dejémoslos correr. Son sólo 40 euros por cabeza, una remuneración demasiado baja para indisponerse con los americanos, que al fin y al cabo son aliados militares, políticos, económicos y tecnológicos. Lo típico; pan para hoy y hambre para mañana.

La política exterior debe hacerse por cuestiones de ética o de interés, pero nunca por el orgullo de desafiar al emperador. Chávez es un presidente con respaldo popular, pero no es precisamente un ejemplo de demócrata para Latinoamérica. En este sentido no creo que la venta de armamento a Venezuela vaya en nuestro interés, o sea un imperativo ético.

Con gusto le hubiese dado a Zapatero mis 40 euros para que devolviese los toros al corral cuando el presidente le dio el primer y el segundo aviso. Pero creo que el tercer aviso empieza a ser un poco tarde. Si agacha la cabeza, el gobierno corre el riesgo de dar una imagen de país veleta, flojo y poco fiable.

Yo que Moratinos buscaría una solución de compromiso. Un término medio que envíe un mensaje positivo a EEUU sin tener que bajarse los pantalones del todo. Al fin y al cabo las soluciones de compromiso son algo que forma parte de la pragmática cultura americana.

11 Comments:

Blogger Jessica said...

Este tema me plantea una duda: ¿la operación comercial se llevará a cabo entre empresas privadas, o entre Gobiernos?

Porque si es entre empresas privadas, ¿debe el gobierno limitar las operaciones comerciales de las empresas, en un contexto de libre mercado, para llevarse bien con el capo del imperio?

Y una cosa más: ¿no era el mismo Bush el que defendió en China no hace ni una semana el libre mercado?

Ahora, que si el intercambio es entre países, la cosa cambia. Tu análisis es muy pragmático. A mí no me gustaría que el gobierno que voté se bajara los pantalones ante un gobierno de otro país, al que no he tenido ocasión de votar. Es una cuestión de principios: no me gusta que un Estado soberano meta las narices en las decisiones de otro Estado soberano y democrático (si el segundo no es democrático, ya la cosa cambia). Pero yo no soy pragmática. Ni Presidente del Gobierno, afortunadamente (para vosotros, que apañados iríais).

10:27 p. m.  
Blogger gulliver said...

El comercio de armas no debería estar sujeto a las reglas del libre comercio, Jessica. Si fuese posible, el comercio de armas debería estar prohibido, especialmente con los países donde las guerras son endémicas. Como no es posible, al menos se debe gestionar de acuerdo a criterios políticos, y si fuese el caso éticos. Es decir, que la última palabra la tienen que tener los gobiernos, no las empresas.

Este caso no es ético, porque venderle unas fragatas a Chávez no le va a hacer daño a nadie. Es un tema de interés para España, y creo que el mejor interés para España hubiese sido –antes- no vender armas a Chávez.

En cuanto a lo de la soberanía, creo que es algo engañoso en un mundo en que somos interdependientes unos de otros, y especialmente si el emperador americano estornuda o se cabrea, a nosotros nos influye. Podría ser un ejercicio de independencia y soberanía pisarle a Bush este callo que le ha salido y que se llama Hugo, pero ¿a dónde nos conduce ese ejercicio? Creo que sería más inteligente, e igual de soberano, hacer lo que sea más práctico, cuando no hay ningún principio ético que esté en juego.

Es lo que decía antes. El orgullo, la soberanía, la independencia no han de ser el determinante de los principios en política exterior. Solo la ética ha de ser una cuestión de principios.

10:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

EE.UU. es el dueño del mundo, no lo cabreemos.

11:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que sería más inteligente, e igual de soberano, hacer lo que sea más práctico, cuando no hay ningún principio ético que esté en juego

¿No hay ningún principio ético en juego al aplicar el pragmatismo hasta el punto de someterse a los gustos y manías de UN solo individuo? ¿Sería igual de soberano? Pero si tú eres el que ha dicho que hablar de soberanía es una estupidez. Y no porque haya muchas dependencias e interrelaciones. Hablar de soberanía no tiene sentido en el escenario que pintas pero por otro motivo: el ser práctico implica el no ser soberano. Lógico que no queramos hablar de soberanía.

por favor... yo estoy empezando a alucinar con todos esos que os mofáis de los idealistas que viven en el país de las maravillas. Como os las gastáis los fundamentalistas del pragmatismo... carnets de emigrantes tolerados, obediencia ciega a un tipejo (que coincide que es estúpido, pero aunque fuese medio normal ya tendría delito)

La lástima es que tenga que decir esto sobre este tema porque puede parecer que estoy a favor de la venta de armas . No es así y, coincidiento en que esta se producirá de igual modo lo mejor es que la regulen los Estados. Pero aplicando su soberanía, no siendo sumisos por muy práctico que resulte. Aún recuerdo a un familiar hablando del coste que tendría la cancelación de la compra de unos barcos encargados a los astilleros españoles. Era mucho y muchos se (nos) veríamos afectados. Pero lo que supuso ese coste fue abandonar irak, algo que yo volvería a pedir cuantas veces me consultasen.

Por cierto, ¿y si Bush se cabrea porque no dejamos que utilicen nuestros aeropuertos para su aerolinea especializada en secuestros? ¿Estaría en juego algún principio ético o seguiría prevalencienndo el pragmatismo?

12:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La cosa es facil.

¿EEUU pide permiso a España cuando vende armas? ¿No, verdad? Pues ya esta.

Ya vale de ser rastrero con EEUU.

7:35 a. m.  
Blogger gulliver said...

"puede parecer que estoy a favor de la venta de armas . No es así"

Jimmy, entonces ¿estás a favor o en contra de esta venta de armas? porque no me ha quedado claro.

10:19 a. m.  
Blogger Jessica said...

Gulliver, estoy totalmente de acuerdo con el primer párrafo de tu respuesta. ¡Si va a resultar que eres incluso más utópico que yo!

Sobre el resto, bueno: será lo más pragmático, lo mejor para el país... Pero me sigue pareciendo una bajada de pantalones ante el amo del imperio.

1:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues me parece que está muy claro:

estoy en contra de la venta de armas, en general. Como este comercio existe por mucho que nos tiremos de los pelos, coincido en que deben estar controladas por los Estados.

Otra cosa es que no voy a estar en contra de esta venta por el simple hecho de que a EE.UU. no le guste. O al menos no más en ocntra de lo que estoy de otras ventas que ha llevado a cabo EE.UU., Francia o España.


Resumen:
Estoy en contra del comercio de armas y en contra de la sumisión al imperio, ya sea para vender armas, para participar en una guerra o para lo que quieras.

1:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues a mi me parece igual de mal o igual de bien que cuando el anterior gobierno, con acebes de ministro del interior y Trillo en Defense le vendieron armas al mismo procer bolivariano.

En definitiva....business is business , y me resulta tan chocante ver a los defensores del libre mercado defendiendo un embargo como a los pacifistas defendiendo una venta de armas.

11:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Respecto al carácter de pública o privada de la operación, creo que se olvida una cuestión fundamental; en última instancia, TODO el comercio internacional de TODAS las mercancías es una cuestión gubernamental y en el caso del armamento, en mayor medida.
No he entendido muy bien algunos argumentos que preconizaban mayor control sobre el comercio de armas y por otro lado, el derecho a saltarse esos controles.
De todas formas da igual: de tener que enfrentarse con la Armada venezolana, los americanos prefieren que tengan un equipo del que conocen sus mas recónditos detalles que tecnología rusa, que les sigue dando quebraderos de cabeza. Es mas bien un test al gobierno español para comprobar su lealtad o su fiabilidad.
Y en este punto coincido absolutamente con Gulliver: el pragmatismo en un gobierno (sobre todo en política internacional) no es un adorno, sino una necesidad. Así que podemos envolvernos en la bandera de la retórica, proclamar la independencia y la soberanía de la Patria frente el imperialismo yanqui y encargar un uniforme verde oliva para cada miembro del Consejo de Ministros o podemos atenernos a la realidad, amable o no, del liderazgo americano y obrar en consecuencia.
Quien tiene la responsabilidad de dirigir un país, que ya existía antes de él y seguirá existiendo después de él, no puede dedicarse exclusivamente al aventurerismo altermundialista en política internacional, puesto que aunque responda a SU ética, es claramente contrario a los intereses del país por una simple razón extra-ética o extra-ideológica: son los amos del cotarro.

12:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola, que tal... He leido tu comentario. Y creo, muy particularmente, que para ser de izquierda estás muy pero muy desinformado y hasta confundido. Soy venezolano, vivo en Venezuela y te digo, con total propiedad que no hay hombre más demócrata sobre la faz de la tierra que Hugo Rafael Chávez Frías. No te dejes llevar por todo lo que dicen los medios... Es una cuestión de intereses los que llevan a esta oposición a ser torpes contrincantes. Ven a Venezuela, entra a los barrios y descubre la verdad de lo que aquí se vive... De lo contrario, te sugiero que no hagas comentarios irresponsables. Hasta luego.

1:18 a. m.  

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