sábado, noviembre 19, 2005

Lobbies: Democracia participativa en acción

Coincido con Egócrata en que la democracia directa no es viable. La democracia representativa, en la que elegimos periódicamente a un puñado de políticos profesionales que toman las decisiones por nosotros, es el menos malo de los sistemas de una sociedad donde el ciudadano medio ni está bien informado, ni tiene interés en informarse, a menos que consideremos el Marca y Salsa Rosa como indispensables nodos informativos. Lamentablemente para tomar decisiones políticas no bastan con unos principios claros y un alma generosa. Hace falta tener los pies anclados al suelo, la cabeza bien amueblada y una cantidad de conocimientos apreciable para poder hacer una valoración correcta. O eso, o unos buenos informes donde te den las valoraciones ya masticadas. Sin el ejército de funcionarios y consejeros, probablemente incluso los políticos estarían perdidos.

Sin embargo no estoy sugiriendo que la participación de los ciudadanos se limite a meter un papel en una caja cada cuatro años (aunque desde luego esa es la principal y es importante por mucho que algunos devalúen su relevancia). Los ciudadanos responsables y activos tienen formas de organizarse que pueden ser muy efectivas y útiles para llevar a la práctica sus ideas: Los lobbies (perdón, grupos de interés, no quiero ofender a la RAE).

Los lobbies no son patrimonio de hombres y mujeres poderosos que manejan los hilos desde despachos inaccesibles. También el ciudadano de la calle puede dar forma y fuerza a lobbies poderosos. Si alguien lo duda que piense en la Asociación Nacional del Rifle americana que tiene más de cuatro millones de afiliados. Su verdadera fuerza no está en los fabricantes de armas que la puedan apoyar, sino en sus cuatro millones de votantes que representan muchos votos. Cualquier político se lo pensará dos veces antes de contrariar a tantos votantes unidos en una misma causa.

El mejor arma que puede tener un lobby es tremendamente simple: El número. Los afiliados ni siquiera tienen que ser activos. No hace falta inundar a los políticos con cartas y e-mails, que seguramente no sirvan para nada. Basta con votar de acuerdo con los intereses del lobby cuando sea necesario. Un puñado de cabecillas –una vanguardia consciente que dirían los marxistas- es suficiente para llevar a cabo la parte organizativa y de relación con los políticos.

No hay que desdeñar tampoco otras formas de persuasión. El contacto directo si hay acceso a un diputado clave de una comisión, o elaborar leyes enteras listas para usar, para que el diputado encargado sienta la tentación de ceder al trabajo ya hecho. Un amigo me dice que esto último es del orden del día en el Parlamento Europeo.

Parece fácil entonces, ¿no? Sin embargo no es tan fácil formar un lobby numeroso, por mucho que tu interés sea compartido por muchos ciudadanos. Tu voz tiene que llegar a toda esa gente, y a menos que tu lobby adquiera una masa crítica y poder de comunicación, será muy difícil salir del anonimato.

Internet y la blogosfera hace más sencilla la nucleación de lobbies y su crecimiento en las etapas embrionarias, pero el crecimiento hacia el tamaño crítico choca con factores culturales. En la individualista España no hay una cultura de comunidad, de grupo cívico. Igual que pasa con el voto, no se comprende que la participación anónima e insignificante de un individuo es muy importante, porque la fuerza está en el número de muchas participaciones anónimas e individuales.

A ver si tomamos ejemplo aquí en España. No necesariamente de la Asociación Nacional del Rifle, sino más bien de la campaña One de Bono contra la pobreza, que ya ha sido firmada por más de 1,6 millones de personas. La fama es un activo de primer orden para que una persona comprometida pueda nuclear un lobby alrededor de su propio resplandor ético y comunicativo.

9 Comments:

Blogger Jordi Gomara (itaca2000) said...

Me parecen respetables las personas que leen el Marca o ven Salsa Rosa, al fin y al cabo, ello no tiene por qué estar reñido con nada. Si, por lo contrario, ello va asociado a que la gente no tome más conciencia que la que le provee "el poder" a través de sus múltiples maneras de "educación informal o no formal" (veáse medios de comunicación privados y también públicos por supuesto), habría que repensárselo lógicamente, más en todo caso promoviendo una educación integral, crítica y emocional edecuada, no veo donde está el problema de "consumir" dichos productos.

Si bien puedo estar en contra de las medidas de presión que describes, no parece lógico que el modo de manejarse de una sociedad sea presionar cada cuatro años antes de las elecciones; si bien puede ser complementario en el sistema actual, lo más óptimo parecería ser que dicha presión se ejercíera cotidianamente, aunque tú también hablas de eso.

Por lo demás, los líderes no dejan de ser otra cosa que personas que en un momento determinado pueden llevar a cabo alguna acción aglutinadora conveniente, pero más tarde o más temprano ejercerán un "poder" sobre las "masas no pensantes" que le siguen, que no vendrá a ser otra cosa que una tiranía como otra cualquiera. Lo primero a hacer, seguramente, es acabar con todo líder, por principio humano.

Mas como creo en las "masas no pensantes", no creo en los líderes. No existen personas mágicamente inundadas por un resplandor ético y comunicativo contínuo. Tal cosa es inherente a cada uno de nosotros, los seres humanos, supuestamente. Pero ni en todo caso es contínuo y, depende, evidentemente de los condicionantes del entorno muchas otras veces. La jerarquía produce desigualdades y aquel que está en la cima acaba acomodándose en sus privilegios de poder, porque "el poder" es un virus a combatir sin duda. Cuando el que te está representado es contínuamente susceptible de ser evaluado y perder su "poder" por no actuar de "manera correcta", se ocupa a buen seguro de ser más ético que cuando su poder se establece por un período determinado donde sabe que no será evaluado hasta el final de dicho período y donde sabe que si ha actuado de manera incorrecta podrá dejar su puesto al final del período y ¡santas pascuas!; pudiéndose haberse provisto por el camino de otros privilegios inherentes a la condición de poderoso de la que ha disfrutado durante ese período para poder seguir siéndolo después en la retaguardia. Cosa que la democracia actual bien nos demuestra. Véase la condición actual de cualquier político que ha estado anteriormente gobernando.

Se podrían decir muchas cosa, estamos aquí para decirlas y las diremos, no hay prisa si se quieren hacer bien las cosas. No cabe ponerse a hacer una revolución que daría como resultado más de lo mismo en poco tiempo. Sin prisas pero sin pausas. Pero en todo caso, de momento digo esto. Y para acabar diría que lo que creo realmente importante es llevar a cabo sobre todo educación de calidad, educación en valores y educación emocional, educación humana y social. No educación dirigida, sino educación compartida y educación. Si sabéis algo de educación en valores, sabréis que ésta no es educación dirigida, sinó educación debatida en grupo, donde se acuerdan y se hacen propios unos determinados valores. La educación emocional y la educación del control del estrés viene a trabajar del mismo modo. En todo caso la persona se autoenriquece, libre de imposiciones, comprendiendo al otro y aprendiendo a respetar, entender al "otro" y a colaborar con el "otro".

Esta para mí debería ser una apuesta decidida si queremos una sociedad de seres pensantes, más autoresponsables y más autolibres, capaces de cooperar y ayudarse mútuamente, sin líderes que les dicten que deben hacer, sin pastores con rebaños.

1:51 p. m.  
Blogger Alberto said...

Para que la democracia directa funcione ha de haber mil veces más descentralización política de la que hay ahora. Habría que superar el concepto Estado-nación primero.

3:55 p. m.  
Blogger Jordi Gomara (itaca2000) said...

Por supuesto, Alberto, estoy contigo. Hay que superar el concepto Estado-nación. La democracia hay que empezarla desde abajo, desde los barrios, los ayuntamientos. Así funciona una sociedad "auténticamente" democrática. El ejemplo más claro, no hay que ir muy lejos: las organizaciones anarcosindicalistas. Para muestra bien vale un botón. Compara la CNT o la CGT con CCOO o UGT. Aquellas organizaciones son democráticas. CCOO y UGT actúan de acuerdo a sus líderes, y así les va a l@s trabajador@s; mientras ést@s pagan las cuotas para enriquecer a la organización y a sus dirigentes, l@s dirigentes firman pactos con el "poder" "de turno" que empeoran cada vez más las condiciones laborales.

Para muestra un botón; creo que no se puede decir nada más cuando hay ejemplos bien claros.

4:06 p. m.  
Blogger Jordi Gomara (itaca2000) said...

No al socialismo reformista, ni al comunismo jerarquizado autoritario. Sí al comunismo y al socialismo asambleario, antijerárquico, antiautoritario. Solución, sólo queda una: socialismo libertario y anarcoasamblearismo, o dicho de otro modo, anarcosindicalismo. Ni rey, ni patria, ni estado, ni nación, ni patrón, ni pastor, ni rebaños. Ayuda mútua, cooperación y libertad basada en tu propia libertad y la libertad del "otro".

Perdonad que a veces cometa faltas ortográficas al escribir rápido en castellano porque pienso en catalán. Es mi lengua y traduzco mientras escribo. Catalunya es mi país, mi lengua íntima el catalán. Mi patria es el mundo. Mi lengua también será la más universal que me ayude a comunicarme con todos mis compatriotas que son todos los habitantes del planeta; siempre que se respete mi cultura y lengua propias. Aquí no hay más nación que la comunión universal de seres humanos del planeta. Aquí estamos todos y aquí cabemos todos, la manera de ayudarnos creo que está bien clara. Si todos estamos en esto, todos nos debemos implicar en esto de la misma manera. Comprendiendo, ayudando, cooperando, respetando la libertad del otro; no hay otra opción, eso o la destrucción de nuestro entorno común, frágil como nosotros mismos cuando no se nos ayuda. Frágil como "el otro" mismo cuando no se le ayuda. Pero "yo" no soy nada sin el "otro". ¿Cómo puede ser de otro modo?

4:35 p. m.  
Blogger Jordi Gomara (itaca2000) said...

Como dice Ismael Serrano en la canción fragilidad: Yo soy frágil como el cristal si usted no acude a la cita, mi amor.

4:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No es viable ¿para qué?

Porque por ejemplo la democracia directa funciono perfectamente para organizar los protocolos de internet. Tambien funciona en ciencia. Dos casos en los que hay un entrenamiento adicional donde las votaciones se sustituyen por los mecanismos de consenso, escision e iniciativa. Lo que ocurre es, como dices, que aquellos que actuan estan bien informados. Pero no se examina a nadie sobre su derecho al voto porque no se vota, ese es el truco.

5:44 p. m.  
Blogger gulliver said...

La información es la clave de la capacidad de decisión.

5:59 p. m.  
Blogger Jordi Gomara (itaca2000) said...

La información, Gulliver, ahí estamos, la información es vital.

Por ahí nos vamos a ir entendiendo.

Hasta pronto, ahora no puedo seguir con el debate, y lo siento porque está muy bueno.

6:42 p. m.  
Blogger Daniel Rodri­guez said...

Posiblemente el lobby más importante en Estados Unidos no sean los del rifle, sino la asociación nacional de personas retiradas, que representa a millones de jubilados.

1:31 p. m.  

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