Más sobre autodeterminación
La verdad es que cuando un independentista te habla de lo justo que es el derecho de autodeterminación, la primera impresión es pensar cuánta razón tiene. ¿No son las fronteras un producto arbitrario de la historia?¿No debería poder elegir democráticamente cada pueblo, que digo cada pueblo, cada individuo, si quiere pertenecer a una determinada organización política llamada Estado, o a otra diferente?
Y no les falta razón. En un estado democrático como el español, las mayorías mandan y puede que no estén cuidando de los intereses económicos, culturales o identitarios de minorías como la catalana o la vasca. En principio deberían ser ellos los que decidiesen si les sale a cuenta seguir en el Estado o establecerse por su cuenta. Pero hay otro motivo para querer independizarse, aparte de sentirse discriminados, y es la insolidaridad. Si un territorio es más rico, es hasta cierto punto lógico que quiera independizarse y no repartir sus recursos con otros territorios más pobres.
En el caso del independentismo catalán es probablemente indistinguible una razón de la otra. Por supuesto que la razón identitaria es fuerte, pero el “agravio” más oído suele ser el déficit fiscal. Si Cataluña es más rica que otras comunidades es lógico que los catalanes aporten más a la hacienda común per cápita que los extremeños por ejemplo, y en cambio reciban lo mismo. Pero cuando oyes hablar del déficit fiscal, esas transferencias suenan más como un expolio que como un acto de solidaridad.
Me parecen ridículas y peligrosas las pretensiones de establecer el derecho de autoderminación sobre unas pocas bases simples de filosofía política. Si te pones a teorizar, el derecho de autoderminación acaba siendo un derecho absoluto de cualquier territorio o municipio. Cuando se permite semejante disparate empezarán a salir independentistas hasta en Madrid, que seguramente estaría mejor económicamente estableciéndose por su cuenta, o en Marbella, que seguro que haría todavía más fortuna estableciéndose como paraíso fiscal.
Si el derecho de autoderminación fuese algo absoluto, probablemente todos los territorios y municipios ricos acabarían separándose de los más pobres para gozar de su riqueza sin tener que compartirla.
En todo caso, contemplo la autodeterminación como un proceso excepcional, en ningún caso amparado por la ley, para aplicar a casos de conflicto, en que el tema identitario sea especialmente fuerte y que haya claros hechos diferenciales e indentitarios de índole lingüística o histórica.
Por estas razones mis sentimientos acerca del derecho de autodeterminación suelen ser encontrados. En el caso vasco suelo estar a favor, porque un conflicto tan enconado creo que se debe resolver por medios democráticos, concediendo el derecho de autodeterminarse, por un referendum de mayoría cualificada, si el parlamento vasco pide la independencia. En el caso catalán, también estoy a favor de que en un momento dado se pueda ejercer la autoderminación, ero sin postularlo como un derecho, que pueda tener forma en el marco legal. Prefiero que el proceso de autodeterminación sea más difícil, no automático, y que para empezar a considerarlo el parlamento se pronuncie con una mayoría consistente.
Los procesos de autodeterminación son un fracaso, aunque a veces una retirada a tiempo sea una victoria. En cualquier caso, no sólo las secesiones son un fracaso político, sino que también las naciones y las fronteras lo son. El hecho de que muchas personas tengan las fronteras de España cerradas y que tengan que entrar en patera es un fracaso del nacionalismo, pero no el más grande. Es mucho más triste que unos territorios sean tan abrumadoramente más pobres que otros. De todos modos, la estupidez más grande y criminal del nacionalismo son las guerras entre naciones.
Algún día deberá haber un solo Estado en el planeta tierra que reprima las guerras entre los territorios. Ese día ya no habrá fronteras arbitrarias y ningún derecho de autodeterminación será admisible. Yo no espero vivir para verlo.
2 Comments:
El problema es que no quieren una independencia real. Quieren simplemente no repartir la supuesta riqueza que supuestamente les pertenece. Todo ello manteniendo exactamente la misma apertura de fronteras y así mantener los mismos vínculos comerciales y tener al resto de españa como sus esclavos clientes.
Han conseguido que les odie, que odie todo lo catalán y todo lo vasco. Aprendería cualquier otra lengua sobre la faz de la Tierra antes que las suyas (y que en el mejor de los mundos posibles deberían también ser las mías) que son armas de destrucción masiva, instrumentos políticos de discriminación y aislacionismo.
Han rehecho la historia para así alimentar sueños mitológicos para un sistema educativo retrógrado y talibanista donde sólo se enseña odio hacia todo lo español y a todos los que no son como ellos, la raza elegida, aunque sean sus compatriotas.
Son unos insolidarios racistas que se creen superiores al resto de los españoles y a los que miran por encima del hombro.
El país vasco es un sitio donde hay cientos de miles de terroristas por acción u omisión, donde jamás ha habido ni libertad ni democracia y donde nunca jamás la habrá.
Los nacionalismos vasco y catalán son de lo peor que hay sobre este planeta, incluyendo los nacionalismos balcánicos.
Son una pandilla de iluminados cuyas creencias están muy cerca de la más radical de las religiones.
Por mi que se vayan de una puta vez, siempre que se rompan todas las relacciones comerciales.
No quiero tener nada que ver con unos nacionalistas que en realidad son el eslabón perdido entre el mono y todo lo que se llame humano.
"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en tí" —Yoda a Anakin en el Consejo Jedi
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