lunes, septiembre 12, 2005

Pobreza cero. Fisking y una declaración

Por cortesía de un miembro de RP, he acabado la tarde leyendo el manifiesto de la campaña Pobreza Cero y reflexionando sobre su pertinencia. Prácticamente todo el mundo estará de acuerdo con los objetivos últimos que son acabar con la pobreza, aunque el manifiesto no se queda ahí y contiene unos cuantas ideas sobre como conseguir ese objetivo. Voy a copiar íntegramente los puntos del manifiesto, mientras formulo mis opiniones al respecto, haciendo un clásico fisking. Espero que este post de lugar a la reflexión personal y juzguéis vosotros mismos si queréis sumaros a esta campaña.

Más de 400 ONGD federadas en la CONGDE y en sus COORDINADORAS AUTONÓMICAS FEDERADAS, y otros actores representativos de la sociedad civil española, en estrecha coordinación con las organizaciones y movimientos sociales de más de 100 países que realizamos conjuntamente la “Llamada Global para actuar contra la pobreza” a lo largo de todo el año 2005,

SUMANDO NUESTRAS VOCES MANIFESTAMOS:

QUE la persistencia de la pobreza y la desigualdad en el mundo de hoy no se puede justificar. Pese a los esfuerzos realizados durante décadas, la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando. Hoy, más de 3.000 millones de personas carecen de una vida digna a causa de la pobreza. Hambre, SIDA, analfabetismo, discriminación de mujeres y niñas, depredación de la naturaleza, desigual acceso a la tecnología, desplazamientos masivos a causa de los conflictos, migraciones provocadas por la falta de equidad en la distribución de la riqueza a nivel internacional... Son las diferentes caras de un mismo problema: la situación de injusticia que sufre la mayor parte de la población mundial.

QUE el desarrollo sostenible en el planeta está seriamente amenazado porque una quinta parte de la población mundial consume irresponsablemente, con la consecuente sobreexplotación de los recursos naturales.

El primer mundo no va a dejar de consumir, eso lo tengo muy claro. Nosotros mismos, aunque lo neguemos, somos tan consumistas como cualquiera. Si nos quejamos de que la vida es cara y de lo pequeño que es nuestro sueldo, no es porque vivamos felices consumiendo menos, sino porque queremos un sueldo más abultado que nos permita consumir más.

Hay que ser conscientes de que ahora hay mil millones de personas consumiendo frenéticamente, pero si como me gustaría, dentro de unos años todos los ciudadanos del planeta viven en una sociedad desarrollada, tendremos al menos siete veces más consumidores. Eso supone una multiplicación obvia del gasto de recursos. No cabe duda de que habría que aumentar la eficiencia y el ahorro. Pero todavía no nos estamos quedando todavía sin recursos, solo hay que ver los precios de las materias primas. Hoy por hoy es mucho más importante preocuparse por el desarrollo de los países no industrializados, que por la sostenibilidad.

Es una cuestión de prioridades, que puede llevar a dilemas nada fáciles de resolver. Por ejemplo ¿tienen derecho los brasileños a talar la Amazonia para desarrollar su país? Al fin y al cabo Europa taló en su tiempo la mayor parte de sus bosques para poder cultivar la tierra.

QUE las razones de la desigualdad y la pobreza se encuentran en la forma en que los seres humanos organizamos nuestra actividad política y económica. El comercio internacional y la especulación financiera que privilegia las economías más poderosas, una deuda externa asfixiante e injusta para muchos países empobrecidos, así como un sistema de ayuda internacional escaso y descoordinado hacen que la situación actual sea insostenible.

Las raíces de la pobreza son históricas y culturales. Tengo esperanza de que una política bien dirigida sea capaz de acabar con la pobreza. Pero es esperanza, no seguridad. Nuestro conocimiento sobre cómo desarrollar un subcontinente tan atrasado como el África Subsahariana es, siendo optimistas, escaso. Es posible incluso que volcando una cantidad ingente de recursos en África solo crease dependencia, y no capacidad de valerse por sí mismos.

El comercio internacional no privilegia a nadie. África está sumida en la pobreza con o sin comercio. Al contrario, los países de Asia que se están industrializando y reduciendo sus índices de pobreza a marchas forzadas, son los que más abiertos están al comercio internacional y a los mercados financieros. Dicho lisa y llanamente, el comercio internacional se está revelando como una condición absolutamente necesaria para el desarrollo de cualquier país.

Es cierto que la especulación financiera ha creado en ocasiones problemas graves en las economías nacionales, pero hay que ver la película completa y reconocer que los mercados financieros, en su funcionamiento normal, son indispensables para llevar capitales desde los inversores hacia los países que más necesitan inversión.

QUE para lograr la eficacia de las políticas de Desarrollo Internacional, el Desarrollo Humano Sostenible y Bienes Públicos Globales es imprescindible avanzar en la consecución de una gobernanza global democrática y participativa.

¡Uffff! No puedo estar más de acuerdo, pero parece algo ambicioso. Si de momento lográsemos una gobernanza europea más democrática y participativa me daba con un canto en los dientes. Que conste de todos modos que no veo a nuestra ciudadanía, más interesada por el fútbol y la telebasura que por cualquier otra cosa, participando activamente en los asuntos políticos.

QUE el crecimiento económico espectacular generado en los últimos años no ha contribuido a garantizar los derechos humanos ni a mejorar las condiciones de vida en todas las regiones del mundo, ni para todas las personas sea cual sea su condición, género, raza o cultura. Más bien al contrario, ha aumentado la desigualdad y la injusticia hasta cotas escandalosas. El camino de la paz pasa por luchar contra la pobreza y la falta de equidad.

Creo que nadie puede garantizar los derechos humanos. Si no queremos utilizar los métodos de Bush en Iraq, los derechos humanos están en manos de cada sociedad, o en el peor de los casos, del tirano de turno.

Estoy absolutamente con que el camino de la paz pasa por luchar contra la pobreza.

QUE luchar contra la pobreza, en sus distintas dimensiones, significa actuar contra la exclusión de las personas, a favor de las garantías de sus derechos económicos, sociales y culturales que se traducen en protección, trabajo digno, renta, salud y educación, poder, voz, medios de vida, en condiciones de igualdad. Es un compromiso irrenunciable e impostergable: toda la sociedad en su conjunto es responsable de su consecución.

Este párrafo es una auténtica carta a los reyes magos. Si el objetivo de este manifiesto es comprometer a nuestros políticos con acciones que estén en su mano, difícilmente podemos pedirles que garanticen poder, voz y los derechos económicos, sociales y culturales, en otros países, porque no está en su mano. Si el manifiesto está dirigido a los gobernantes de los países pobres, entonces es un brindis al sol. Garantizar trabajo digno, renta, medios de vida y condiciones de igualdad, nadie sabe si es posible, y en qué condiciones, ni siquiera en los países ricos, así que con mayor motivo en los países pobres.

POR TODO ELLO se hacen eco del compromiso adquirido por los Gobiernos y Estados firmantes de la Declaración del Milenio de Naciones Unidas en el año 2000, respecto al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como un primer paso, para erradicar el hambre y la pobreza.

Este es el párrafo que más me gusta. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son unos objetivos concretos, bien pensados y no son imposibles.

SOLICITAMOS:

- MÁS AYUDA oficial al desarrollo, priorizando a los sectores sociales básicos, hasta alcanzar el compromiso del 0,7%.

Aunque 0,7% es una cifra como otra cualquiera, políticamente es un mantra que tiene mucha aceptación. Tiene un amplio reconocimiento como objetivo común a alcanzar y supondría un aumento significativo de la ayuda.

En cualquier caso es sólo una primera aproximación y un objetivo político para que todos los países arrimen el hombro. En segunda aproximación sería mejor hacer un estudio de las necesidades reales y buscar un porcentaje que se aproxime más a esas necesidades.

- MEJOR AYUDA, desligada de intereses comerciales, orientada a los países más pobres y coherente con los Objetivos del Milenio.

Este punto es la clave, pero a la vez es tan inconcreto que no sirve de nada. Vale que esté desligada de intereses comerciales, pero a partir de ahí todo serán opiniones diferentes. ¿Cómo conseguir que la ayuda sea bien gastada, y cuáles son las condiciones para reducir la pobreza?

Para hacernos una idea de la dificultad de ligar ayuda y reducción de la pobreza, veamos un par de hechos que parece que no son tenidos en cuenta. La mayor parte de la ayuda internacional ha ido a África donde la pobreza no ha disminuido sino que ha aumentado. En cambio los países donde se ha reducido la pobreza están en Asia Oriental, como por ejemplo China, y son los países que menos ayuda internacional han recibido. Además los países que más han reducido la pobreza son los que más se han abierto a la libre empresa, el libre mercado y la globalización.

Sirvan estos hechos para mostrar mis dudas sobre si los que han elaborado este manifiesto tienen en cuenta los hechos básicos sobre reducción de la pobreza en los últimos años. Por otro lado, una persona con ideas liberales y otro con ideas comunistas no puede tener la misma opinión respecto de cuál es la mejor forma de repartir la ayuda, aunque los dos piensen que se debe aumentar la ayuda internacional, y posiblemente tendrán distintas opiniones sobre este manifiesto.

- MÁS COHERENCIA en las diferentes políticas de nuestros gobiernos para que todas ellas contribuyan a la erradicación de la pobreza.

Esto es indispensable.

- CANCELAR LA DEUDA IMPAGABLE: los países ricos, el Banco Mundial y el FMI deben cancelar el 100% de la deuda de los países más pobres.

¿A qué deuda se refiere? ¿A la deuda a favor del FMI? Porque respecto de la deuda que está en manos privadas, y que tal vez sea la mayoría, difícilmente se podrá convencer a los acreedores para que la condonen.

La deuda es la consecuencia lógica del déficit público. Si perdonas la deuda a un gobierno irresponsable, sólo sirve para que vuelva a endeudarse otra vez. Perdonar la deuda supone premiar a los gobiernos irresponsables que se han endeudado, y son una burla para los responsables que han mantenido sus préstamos en niveles sostenibles, pero que pueden pensar que para la próxima vez mejor se endeudan hasta las cejas. Además la cancelación de la deuda no tiene porque tener ningún beneficio para la mayoría de la población, aunque si lo tenga para las élites.

Como posible excepción tal vez se podría perdonar la deuda del FMI a países que lleven una trayectoria de responsabilidad macroeconómica según los criterios del FMI.

- DEUDA POR DESARROLLO: invertir los recursos liberados por la cancelación de la deuda de los países empobrecidos para alcanzar los Objetivos del Milenio.

La deuda impagable no se paga y por tanto no libera recursos. Respecto a la deuda pagable, si la perdonas está perdonada y ya no tienes ningún poder para determinar donde se invierten estos recursos.

Dado que es dudoso que la cancelación de la deuda beneficie a la población, es mucho mejor dedicar esos recursos a proyectos que incidan directamente en el desarrollo de la población, en lugar de a perdonar la deuda externa.

- CAMBIAR LAS NORMAS DEL COMERCIO internacional que privilegian a los países ricos y a sus negocios e impiden a los gobiernos de los países empobrecidos decidir cómo luchar contra la pobreza y proteger el medio ambiente.

Las normas de la OMC son neutras, no benefician a nadie. Sí es cierto que los países ricos pueden abusar de su posición de poder en las negociaciones, pero lo de que quiten poder de decisión a los gobiernos para cosas como la lucha contra la pobreza y proteger al medio ambiente, me suena a excusa, porque dudo que decidan ese tipo de políticas con comercio justo o sin él.

Dejando de lado consideraciones más o menos bien informadas, lo más dañino para los países pobres son los impedimentos que ponen los países ricos para el libre comercio de determinados productos, como los agrícolas. La Política Agrícola Común de la Unión Europea, o las restricciones para los productos textiles, son los grandes enemigos del desarrollo. También los boicots poco reflexivos contra multinacionales en el tercer mundo pueden ser muy dañinos.

- ELIMINAR LAS SUBVENCIONES que permiten exportar los productos de los países ricos por debajo del precio de coste de producción, dañando el sustento de las comunidades rurales en los países empobrecidos.

Que verdad más gorda. Ojo, que las subvenciones no son solo la PAC. Las grandes infraestructuras para dar agua a los agricultores por debajo de su coste, como trasvases y desaladoras, o las ayudas por la sequía, son también subvenciones para producir por debajo del coste real con las que no cuentan los agricultores de países pobres para poder competir.

- PROTEGER LOS SERVICIOS PÚBLICOS de liberalizaciones y privatizaciones con el fin de asegurar los derechos a la alimentación, y de acceso al agua potable y a medicamentos esenciales.

Los servicios públicos no aseguran nada si las administraciones no tienen o no quieren soltar los recursos adecuados para garantizar esos servicios, lo que suele ser el caso en muchos países pobres. La iniciativa privada, en cambio, puede disponer de capitales y del know-how para hacer las inversiones necesarias siempre que crean que pueden conseguir beneficios, lo cual es más fácil si no se ponen techos artificiales al precio de los servicios. Es mucho más útil y justo para el bien de los ciudadanos regular las concesiones privadas de utilidades para que tengan por ley una cobertura universal y el mismo precio para todos.

- FAVORECER EL ACCESO A LA TECNOLOGÍA por parte de los países menos desarrollados, de acuerdo a sus necesidades, para que puedan disfrutar de sus beneficios.

Otra idea feliz. La tecnología no es algo que se pueda dar, como si fuese un regalo, para que los países pobres se pongan inmediatamente a fabricar chips y productos biotecnológicos. La tecnología es algo inaprensible que no basta con comprarla o recibirla, si no se sabe como sacarle partido. La introducción y el aprovechamiento de la tecnología pasa por la educación a todos los niveles y por la inversión empresarial, extranjera o nacional, lo que entre otras cosas quiere decir un entorno amistoso para la libre empresa, libre de corrupción y de intervencionismo arbitrario.

¡ADHIERETE A LA CAMPAÑA POBREZA CERO!

Francamente, estoy de acuerdo con pocos puntos de este manifiesto y disiento de otros muchos. Entiendo que no todo el mundo puede estar de acuerdo con todos los puntos de una campaña, pero preferiría una que se atuviese a unos objetivos que sean más realistas y incluyese menos indicaciones poco informadas sobre como lograrlos. Es cierto, que los objetivos maximalistas y llenos de buenas intenciones pueden ganar más adeptos, pero también los hacen más vulnerables a la crítica por parte de detractores y al escepticismo por parte de los políticos.

Puesto a buscar unos objetivos concretos con los que identificarme, me quedaría con los Objetivos del Desarrollo del Milenio de la ONU. Son concretos, bien pensados y realizables, a lo mejor no en el plazo marcado pero sí tarde o temprano. Tal vez no sean tan sexys, pero creo que son los adecuados para comprometer a los gobiernos en algo factible.

Sin embargo, aunque los puntos concretos sean dudosos, no puedo evitar estar de acuerdo con la base de la campaña: Hay que acabar con la pobreza, podemos hacerlo en todo o en parte, y al menos debemos intentarlo. Como votantes responsables, tenemos que presionar a nuestros políticos para que se adhieran de boquilla y en la práctica a estos objetivos. Esta base compartida me parece más importante que cualquier punto de desacuerdo. Es más, no podemos aspirar a que todo el mundo se ponga de acuerdo, por lo que estoy dispuesto a sumarme a una campaña con la que no estoy de acuerdo al 100%, pero que va en la buena dirección. La concienciación de los ciudadanos y de los políticos, de que esta tarea es muy necesaria, es tan importante o más que la discusión sobre los detalles.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy bueno, muy sensato y muy lúcido

Me ha encantado

David de Ugarte

6:19 p. m.  

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