lunes, octubre 03, 2005

Los gatos de Geneviève

En la provincia de Huesca es posible encontrar verdaderos remansos de tranquilidad en parajes bellísimos. Mi preferido es el valle de Nocito, un microclima en la vertiente norte de la Sierra de Guara, a menos de una hora de la capital, y a la vez aislado de las multitudes por carreteras sinuosas y malos caminos.

La Sierra de Guara es tal vez el mejor lugar de España para hacer barranquismo. Los franceses la descubrieron en los años 60 y con ellos los españoles aprendieron que existía este deporte. Los barrancos son profundos surcos en las entrañas de la montaña y el único lugar donde se puede encontrar agua abundante en esta seca sierra, excepto este año en el que la sequía ha pegado duro por aquí también.

Geneviève es una francesa que descubrió el mejor mirador frente al Tozal de Guara, en los parajes donde vivió en una cueva el ermitaño San Úrbez, y ella y sus gatos se quedaron para regentar un refugio-albergue-casa rural donde recalan a menudo otros franceses aficionados al ciclismo de montaña. Desde que lo descubrimos hace tres años nos enamoramos del paraje, de la casa, de Geneviève y lo bien que cocina, y repetimos todos los comienzos del otoño.

Lo peor de todo es el momento de despedirse del valle de Nocito hasta otro año y tener que volver a la colmena de hormigón y al trabajo. Nos consolaremos el lunes pensando que siempre nos quedará San Úrbez.

El mejor mirador de las cumbres de Guara

Amanece en el valle de Nocito