martes, agosto 16, 2005

Agricultores y sequía

300 agricultores catalanes han salido con sus tractores a colapsar la A-2, en plena superoperación salida, para pedir más ayudas por la sequía. ¡Venga, a joder al ciudadano! ¡Serán cabrones! Y luego querrán que los ciudadanos les paguemos el riesgo climatológico que no han querido cubrir con seguros adecuados, como deberían haber hecho.

Parece que entre Carmen, Egócrata y yo mismo nos hemos conchabado para darles una buena tunda a los agricultores. A mi también me jode especialmente la PAC, y no por el dispendio que supone, sino sobre todo, como bien ha explicado Carmen, por el perjuicio que supone para los agricultores de los países más desfavorecidos. La culpa de todos modos no es de los agricultores, sino de los gobiernos europeos. Muy especialmente de Chirac, pero también de Zapatero.

Volviendo al tema de la sequía, los agricultores son empresarios que tienen la posibilidad de suscribir seguros. Así, los años buenos cubren los años malos, y cuando hay sequía paga la aseguradora y no los ciudadanos. De hecho creo hay un seguro agrícola obligatorio y subvencionado, pero no debe ser suficiente.

Alguien podría decir que este post no es muy de izquierdas, ¡y sin embargo lo es! Mejor dicho, no es ni de izquierdas, ni de derechas. Es puro pensamiento racional y válido para ambas sensibilidades. Primero, no es del interés de los trabajadores (ni del interés general) pagar con sus impuestos las imprevisiones (sí, imprevisiones, lo digo por lo de los seguros) de un grupo de presión. Los agricultores no devuelven las ayudas en los años buenos. Segundo, es del interés de la izquierda no sólo curar el malestar social cuando ya se ha producido, sino sobre todo prevenir éste antes de que se produzca, promoviendo los incentivos adecuados. Proporcionar ayudas por la sequía no crea buenos incentivos para que los agricultores suscriban seguros para la sequía.

Espero que gobierno y Generalitat no se acojonen como hace el gobierno francés cada vez que los agricultores salen a las carreteras. Y que no tengan miedo de las encuestas, que estoy convencido de que los ciudadanos apreciarían a un gobierno que tenga lo que hay que tener, siempre y cuando explique su política con pedagogía y no con autosuficiencia.