jueves, julio 14, 2005

Energías limpias

Nada es tan cierto como la muerte, mientras que los hallazgos científicos no siempre gozan de semejante nivel de certeza. Tristemente el calentamiento global no es una predicción científica absolutamente fiable y ha generado mucho debate, muchas veces motivado más por la política que por razones objetivas. Sin embargo, los que creen que el calentamiento es un peligro global al que debe ponerse remedio van ganando terreno y en la última cumbre del G-8 hasta George Bush admitió que hay un cambio climático debido al hombre y que hay que enfrentarse el problema, aunque luego no haga nada para remediarlo.

Hablando de calentamiento global, los problemas nunca vienen solos. Los combustibles fósiles no durarán eternamente. La producción de algunos como el petróleo y el gas empezará a declinar en los próximos años. El petróleo nos mete continuamente en problemas políticos y de terrorismo. Los vaivenes políticos en Oriente Medio producen crisis económicas y los EEUU envían tropas a luchas en guerras como la de Kuwait. Por otro lado el carbón es bastante contaminante.

Si no hay unanimidad en diagnosticar los problemas, menos todavía en identificar las soluciones.

Lo más fácil es señalar a energías renovables. Nada parece más limpio, barato y universal que el sol, el viento y el agua. Sin embargo también las energías renovables tienen sus pegas. El problema más gordo e insoluble para tener una economía basada exclusivamente en energías limpias es que se trata de un recurso errático y discontinuo. No podemos permitirnos quedarnos sin electricidad cuando se hace de noche y no hay sol, o cuando viene un frente nuboso, o cuando no sopla el viento, o cuando los embalses se han quedado sin agua.

Dinamarca es un caso ejemplar de país que ha apostado por la energía eólica. Tiene más de 4700 turbinas con una capacidad máxima de producción de 2300 MW, más de la mitad del pico de demanda de electricidad en el año 2002 que fue de 3700 MW. Sin embargo, aunque haya turbinas, no todos los días hay viento a la velocidad adecuada. De hecho durante más de 50 días la producción no alcanzó ni siquiera el 1%. Contando todo el año 2002, la electricidad que generaron las turbinas no llego más que al 17% de la que necesitó el país. Para el 83% restante, Dinamarca tuvo que utilizar fuentes de energía no tan limpias.

Aunque apostemos por energías renovables, no tenemos más remedio que tener un sistema paralelo no tan limpio pero fiable para poner en marcha cuando las fuentes limpias bajen su rendimiento, cosa que ocurre bastante a menudo. La mala noticia es que para el sistema paralelo solo hay dos alternativas: O bien centrales térmicas que contribuyen al efecto invernadero, o bien centrales nucleares. Hay que elegir y si queremos dejar de emitir gases de efecto invernadero, no hay modo humano de hacerlo sin centrales nucleares.

Por supuesto que la energía nuclear tiene unas cuantas pegas. Por orden de importancia, la proliferación de armas nucleares, los accidentes nucleares, los ataques terroristas y los residuos. Muchos de estos problemas no son tan fieros como los pintan, y bajo mi punto de vista puede ser un precio razonable a pagar a cambio de evitar el calentamiento global. Sin embargo voy a dejar para otro post, especialmente dedicado a la energía nuclear, la discusión de estos problemas. Mientras tanto dos buenos sitios para leer sobre esta fuente de energía son la Wikipedia y la World Nuclear Association. En lo que queda de post me limitaré a las energías renovables.

Una vez aclarado que no es posible funcionar con un 100% de energías limpias, admito que cuanto mayor sea la proporción de energía generada de modo renovable mejor que mejor. De todos modos no nos dejemos llevar por el quijotismo y seamos conscientes de las limitaciones de nuestras fuentes de energía predilectas: Escasez de recursos y coste.

Para empezar, cada país estará limitado por los recursos de que disponga, en forma de agua, viento, sol y suelo. Por ejemplo en España la generación de energía hidroeléctrica ha alcanzado un techo. La mayor parte de los buenos emplazamientos para embalses ya ha sido utilizada. También empiezan a poblarse en algunas comunidades autónomas los buenos emplazamientos de turbinas eólicas, y como en el caso de Dinamarca, no parece que lleguen a cubrir más que una fracción de las necesidades energéticas.

¿Cómo nos afectan las energías limpias al bolsillo? Un problema importante de algunas fuentes de energía es su alto coste. La energía eólica está subvencionada en España, y su coste actual de generación probablemente sea más del doble que las fuentes convencionales, o la energía nuclear, y eso sólo en los emplazamientos con mejor viento.

Lo que si tenemos hasta hartar es sol, pero los paneles solares que tienen un precio absolutamente prohibitivo para generación masiva de electricidad. El kWh generado con paneles solares sale diez veces más caro que otras fuentes. Aunque el coste de los paneles solares va decreciendo, se necesitarán varias décadas para que sean competitivos, si alguna vez lo son. Hay que tener en cuenta que la energía nuclear también va reduciendo sus costes con el tiempo.

Mucho más interesante, aunque todavía en fase experimental, es la energía térmica solar. Se basa en espejos, más baratos que los las células fotovoltaicas, que enfocan la luz solar hacia un fluido que alcanza altas temperaturas y se utiliza para la generación eléctrica. Un sistema prometedor para un país como España con muchos recursos de sol y suelo, aunque posiblemente habrá que esperar algunos años antes de que su coste sea competitivo frente a otros sistemas.

Por último, una fuente de energía que no he nombrado y que no tiene problemas de discontinuidad es la biomasa. El problema aquí también es de coste y de falta de recursos. No hay suelo suficiente para cultivar la masa vegetal necesaria para cubrir nuestras necesidades energéticas, y menos las futuras.

En conclusión, las energías renovables son un recurso discontinuo del que no te puedes fiar. Se necesita una capacidad de generación paralela para cuando fallan las renovables y para implementarla no queda más remedio que elegir entre los combustibles fósiles o el uranio. Además las energías renovables tienen sus limitaciones: Emplazamientos, costes y el hecho de que algunas tecnologías todavía estén en fase de desarrollo, limitan todavía su uso. Aunque se espera que en el futuro estas limitaciones vayan disminuyendo, nadie puede asegurar 100% que lleguen a ser competitivas o a cubrir una parte significativa de la demanda. Merece la pena ir apostando por ellas cada vez más, pero sin jugárnoslo a todo o nada.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo. Es triste decirlo, pero el mal menor, al menos de momento, es la energía nuclear.
Pero no es tan desconocida en la Naturaleza. La energía solar es nuclear. Y el sol mueve los vientos y las aguas, por tanto la hidraulica y eolica también lo son. Y las fósiles fueron solar hace millones de años.

Indigo

4:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Más o menos dacuerdo. Hoy no tengo tiempo de leer las páginas que enlazas, pero me las apunto para mirarlas cuando pueda.

1:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muchisimas gracias por este post!
Gracias a ti me han puesto un 10 en un debate que teniamos para la clase de naturales

11:51 p. m.  

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