viernes, junio 03, 2005

Haciendo historia con el multireferendum

Los europeos estamos escribiendo páginas en la historia de la democracia. O tal vez de la falta de ella, todo depende de la opinión de cada cual. Desde mi ignorancia histórica, no encuentro precedentes en que se hayan convocado referendos en varios territorios a la vez para la aprobación por unanimidad de un tratado.

No ha sido un multireferendum completo, desde luego, porque en muchos países se ha prescindido del respaldo popular, pero lo relevante y novedoso es que se hagan tantos referendos a la vez. Mucho más numerosos que las consultas para Maastricht y Niza.

Precisamente en las consultas anteriores se descubrió que los votantes podían dar sorpresas desagradables. Vamos, que no votaban como corderitos lo que les pedían. De hecho el resultado de un referendum tiene algo de caótico porque no depende sólo de lo preguntado, sino también del estado de ánimo de la nación, del cariño que se les tenga a los gobernantes y de tantos factores... Para salir del paso, negociaron unos cuantos cambios cosméticos y los volvieron a someter a votación. El parche aguantó y aquí estamos con los dos tratados todavía en vigor.

Ahora es diferente. No habrá parches suficientes para curar los puñetazos que el pueblo soberano le está sacudiendo a la Constitución en varios países. Esta vez no serán capaces de reanimarla. ¡La Constitución ha muerto, Viva Niza!

¿Qué han aprendido los políticos? Nada bueno. Que los referendos los carga el diablo o algo así. Creo que hay un 50% de posibilidades de que los consultados respondan a factores externos y haya sorpresas. Es más, montar un multireferendum es como jugar a la ruleta rusa. Tarde o temprano te encuentras con una bala.

¿Será el último multireferendum que veamos? ¿O pondrán los políticos más cuidado en preparar un producto mejor y explicarlo adecuadamente a la ciudadanía? Me temo lo primero. Europa tiene hoy los peores “líderes” de todos los tiempos, con la posible excepción de Tony.