sábado, julio 15, 2006

Sube la temperatura… en Beirut

La SER se despertaba puntualmente a mi lado como todos los días y esta mañana de sábado a duras penas lograba sacarme un entresueño perturbado por las noticias que llegaban de Oriente Medio. Poco a poco y sin prisas la ensoñación iba dando paso a la agria realidad y cada vez prestaba más atención a las opiniones de los comentaristas de turno, todas inevitablemente marcadas por un acentuado sesgo anti-israelí. Incluso alguien soltaba la barbaridad de turno: que los judíos habían aprendido de los nazis el genocidio que supuestamente estaban llevando a cabo contra los palestinos. No es tan divertido y salvaje como la emisora de los obispos pero creo que seguiré escuchando la SER; la competencia no es mucho mejor.

Continuando con el equilibrado y ecuánime programa mañanero, invariablemente todo quisque esbozaba los agravios de la escalada de violencia bajo el punto de vista libanés: Víctimas civiles, infraestructura destruida y miedo en la población. Nadie tenía a bien añadir que los israelíes también tienen sus daños y sus razones. No se han entregado a bombardear el Líbano por puro deporte.

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