miércoles, noviembre 30, 2005

No es esto

No es esto. Sólo son cuatro gatos -o cinco-, pero el hecho de que vayan en nombre de un partido político, ERC, -los diputados Joan Puig y Joan Tardà han hecho acto de presencia también- que tiene responsabilidades en un gobierno que da y quita licencias radiofónicas, me parece preocupante.

En una democracia de verdad, plural, todos los medios de comunicación tienen que tener derecho a expresar libremente las opiniones de su línea editorial por muchas burradas que digan, siempre que no infrinjan la ley, y esto incluye la COPE. Por cierto que debe ser un juez, y no la administración, quien decida si una cadena está infringiendo la ley.

La grandeza de una democracia es precisamente el pluralismo, y la posibilidad de que se hagan públicas opiniones con las que no sólamente no estemos de acuerdo, sino que incluso nos toquen las narices.

Cuando digo derecho a expresar libremente, me estoy refiriendo sobre todo a libre de la injerencia del poder político. Por eso me parecería muy saludable una ley de radiodifusión en el que el poder político tuviese la mínima capacidad de otorgar licencias por criterios políticos, como ha hecho Esperanza Aguirre con las cadenas de televisión locales de la Comunidad de Madrid.

Tengo más dudas respecto a la legitimidad de la presión de la sociedad civil. ¿Está legitimado el poder económico para presionar sobre un medio de comunicación incómodo? ¿Y los ciudadanos a hacer un boicot contra los anunciantes? Me parece más aceptable lo segundo que lo primero, pero tengo mis dudas. Creo que cualquiera de los dos se acerca peligrosamente al límite de las reglas del juego del pluralismo democrático. He aquí un interesante tema de debate.

Sin duda que el mejor y más aceptable medio de presión de la ciudadanía es no oír la emisora. Al que no le guste que no la oiga, y si se convierte en minoritaria, deja de ser rentable. Pero hoy por hoy el programa del agitador Losantos es uno de los más oídos de la mañana, si no el que más.

También está el derecho de los católicos a presionar a los pastores del rebaño. Otra cosa es que los pastores oigan a sus ovejas.

Por cierto, tampoco me parece bien que el gobierno amenace a la iglesia católica con dejarle sin pasta para intentar domesticarla, aunque cada vez se parezca más a un lobby político tipo FAES. Lo que debería hacer es retirarle la financiación incondicionalmente. Ni es de recibo que todos los españoles se rasquen el bolsillo para pagar a una confesión religiosa casi oficial, como ocurre ahora, ni que la hacienda pública sea la recaudadora servil de donaciones a la Iglesia.

martes, noviembre 29, 2005

El ermitaño

En mi imaginario, el ermitaño es un ser legendario que se remonta a los albores del cristianismo o la Edad Media. Un asceta riguroso que se recluía en el desierto -la palabra proviene del griego eremos: desierto, yermo- o en las montañas para alejarse del infernal barullo de las ciudades y los pueblos, llenas del ajetreo creciente de los humanos y sus carros, y de las ominipresentes tentaciones sexuales, siempres perturbadoras para la tranquilidad del espíritu. O tal vez un monje piadoso junto con los seguidores que imitaban su vocación austera, relacionados con la lejana fundación de un monasterio. O al menos esa era la imagen mítica y arcaica que se me formaba antes de toparme este domingo por casualidad con un ermitaño del siglo XXI.

Paseando por la sierra de Sant Llorenç del Munt, una fortaleza natural defendida por riscos y cortados en todas sus vertientes, apareció a cincuenta metros sobre el camino una especie de campamento. Una roca extraplomada protegía, al resguardo de las precipitaciones, unos cuantos enseres empaquetados en bidones y bolsas de plástico, así como leña apilada. Picado por la curiosidad, subí la distancia que me separaba de aquella aparición y hallé detrás de la roca la entrada de una cueva que hacía la función de refugio, posiblemente de pastores. Razonablemente acondicionada a escala humana, estaba provista incluso de chimenea y por el humo no había duda de que habitada. Confirmé este extremo, acercándome a la entrada sin demasiados miramientos hacia la privacidad del lugar. Un individuo de barba poblada, descuidada y mirada asilvestrada, con aspecto de Robinsón Crusoe, ocupaba el escaso espacio de la hoquedad, combatiendo al calor del fuego la ola de frío de este fin de semana.

- Buenos días

- Humm

- ¿Vive usted aquí?

- Sí

- Vaya lugar más solitario para vivir

- Hummm

Como el ermitaño no parecía dispuesto a ofrecer nada más que monosílabos y gruñidos, empezó a incomodarme una cierta sensación de intrusión. Nadie se va a vivir a una cueva solitaria -a una hora de camino del lugar más cercano accesible con vehículo- por el alto precio de la vivienda, sino seguramente por ser la clase de persona a la que no le apetece que venga un extraño a dar palique. Entendí así la conveniencia de ir cerrando esta animada charla que se estaba prolongando demasiado.

- Bueno, me voy a continuar con el paseo

- Hummm, adios.

Devolví su soledad a este anacoreta del siglo XXI, no sin que la parte de misántropo que llevo dentro envidiase una morada en marco tan magnífico, con cientos de hectáreas de bosque en la misma puerta y su bien ganada tranquilidad, sin vecinos molestos ni ruido de tráfico. Una perfecta casa de campo, a la que sólo le faltaría una ermitaña con la que compartir más cálidas las largas y frías noches del invierno en la montaña.

sábado, noviembre 26, 2005

Haciéndole el juego a ETA

La burrada que ha hecho esta vez la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha sido de tal calibre que hasta ellos mismos lo han venido a reconocer implícitamente con una rectificación –“dicté el contenido de la carta por mi teléfono móvil a una persona de la asociación que no entendió lo que yo quería decir” -que no es más que una excusa patética. Una mentira vergonzosa, vamos.

Y es que la AVT ha intentado hacerle el juego a ETA. Como toda organización terrorista, las bazas de ETA no están tanto en el poder militar, sino en la repercusión mediática y las consecuencias políticas que pueda tener el terrorismo, y que mejor repercusión internacional que la sugerencia de que se baraje la expulsión de España de "todos los organismos internacionales" a los que pertenece, tales como la ONU o la UE. Música celestial para los oídos de ETA. ETA está en las últimas, pero afortunadamente tienen a la AVT para echarles un cable mediático y diplomático.

El caso es que la AVT no ha empezado ahora a decir burradas, ni tampoco cuando Zapatero llegó al gobierno. Lleva al menos 7 años soltándolas, pero se notaba menos –desde la España leal- porque iban dirigidas contra el PNV. Del mismo calibre que ahora, o mayor si cabe, oiga. Pero claro, entonces no sólo no se criticaban, sino que se celebraban, desde las declaraciones políticas y desde los medios de comunicación, porque convenía a la estrategia política de pinza PP-PSE para asaltar el poder en la lehendakaritza. Especialmente en los tiempos en que Redondo Terreros y Rosa Díez tenían la voz cantante.

Se podrá estar de acuerdo con las ideas del PNV o no, pero es un partido que defiende sus ideas desde la democracia y la no violencia, así que merece un respeto que no recibió. Desde los medios, desde las filas populares y también desde las socialistas se trabajó en una labor sistemática de criminalización del PNV en el que las víctimas del terrorismo han sido la fuerza de choque. La AVT era una falange de lengua afiladísima, a la que no se podía criticar por su condición de víctimas.

Pues lo siento, señores socialistas, están recogiendo las tempestades que ustedes sembraron en su día por hacer política partidista. Afortunadamente para ustedes, parece que la AVT está quemando su credibilidad a lo bonzo. Esperemos que se hayan quemado todavía más para cuando toque negociar con Batasuna y ETA.

viernes, noviembre 25, 2005

Where to attack next?

Buenísimo (en inglis).

jueves, noviembre 24, 2005

1700 millones

de euros es la factura de la anunciada venta a Venezuela de buques y aviones. No es calderilla precisamente, pero tampoco algo vital para nuestra economía. A esto habría que descontarle los costes de producción para ver el beneficio que traería a España, pero dejémoslos correr. Son sólo 40 euros por cabeza, una remuneración demasiado baja para indisponerse con los americanos, que al fin y al cabo son aliados militares, políticos, económicos y tecnológicos. Lo típico; pan para hoy y hambre para mañana.

La política exterior debe hacerse por cuestiones de ética o de interés, pero nunca por el orgullo de desafiar al emperador. Chávez es un presidente con respaldo popular, pero no es precisamente un ejemplo de demócrata para Latinoamérica. En este sentido no creo que la venta de armamento a Venezuela vaya en nuestro interés, o sea un imperativo ético.

Con gusto le hubiese dado a Zapatero mis 40 euros para que devolviese los toros al corral cuando el presidente le dio el primer y el segundo aviso. Pero creo que el tercer aviso empieza a ser un poco tarde. Si agacha la cabeza, el gobierno corre el riesgo de dar una imagen de país veleta, flojo y poco fiable.

Yo que Moratinos buscaría una solución de compromiso. Un término medio que envíe un mensaje positivo a EEUU sin tener que bajarse los pantalones del todo. Al fin y al cabo las soluciones de compromiso son algo que forma parte de la pragmática cultura americana.

¡Qué asquito de oposición!

Que el PP llegase a hacer especulaciones cabalísticas sobre un hipotético chanchullo de opa a cambio de fondos estructurales, salpicando al mismo presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, y que el mismo Barroso tenga que pedir que la polémica partidista española "no contamine las instituciones europeas", es la más clara muestra de que el PP ha perdido el norte y el sentido de la proporción en su política partidista

Tiene razón Carmen en que la agenda que marcan los políticos no interesa a los ciudadanos. La pelea de lanzamiento de barro que empieza la oposición y sus medios afines y continúa el gobierno con el "tu más", no hace más que desprestigiar al sistema político. Hecho de menos la oposición de ZP -tal vez era mejor político en la oposición que en el gobierno-. Se ganó los motes de Bambie y de Sosoman, pero con su tan denostado talante y buena educación permitió que la política se centrase en la discusión de los asuntos políticos, los problemas de los ciudadanos y sus soluciones, y no en el lanzamiento de mierda de unos a otros.

Para mí que la política como profesión ganó en prestigio -o cuando menos no lo perdió- durante el periodo en que Bambie estaba en la oposición, pero no puedo decir lo mismo de esta legislatura. La crítica feroz y descarnada del PP -y en parte también el proyecto del Estatuto catalán- ha logrado que el PSOE baje en las encuestas y que Zapatero llegue a suspender en valoración. La victoria ha sido pírrica porque Rajoy también ha caído en picado. El principal perjuicio es sin embargo la valoración de la clase política en conjunto. ¿O alguien piensa que Rajoy y Zapatero son los únicos que pierden en estima? En el fondo quien pierde es el sistema democrático, que descansa precisamente en la confianza que los ciudadanos tengan en aquellos que les representan.

El PP está gestionando también de pena el tema del Estatuto catalán. La crispación anti-estatuto tiene demasiados efectos colaterales que, en lugar de ayudar a España, contribuyen a su división. No sólo puede aumentar el sentimiento anti-español en Cataluña, sino que de hecho está alimentando un sentimiento anti-catalán en España. Eso sin mencionar a los ex-presidentes que van por ahí causando alarma social con profecías -con riesgo de cumplirse a sí mismas- como la de la balcanización de España.

¿Sería demasiado pedir un poco de mesura y sensatez, pedir que el PP se dedicase a enmendar lo que no le guste del Estatuto, tarea en la que podría encontrar puntos de encuentro y complicidades con el PSOE? Echándose al monte, lo único que conseguirá es que los socialistas se encuentren sólos ante el peligro nacionalista. Si el único apoyo que pueden encontrar el PSOE en el congreso es el de los nacionalistas, al final saldrá un Estatuto más catalanista de la cuenta.

Es cierto que la oposición siempre tiene un dilema, una tensión, entre el ejercicio de la responsabilidad y el de la crítica partidista. Del mismo modo que los incentivos de un empresario le empujan a maximizar los beneficios, y no a hacer obras de caridad, los objetivos de un partido político en la oposición -ganar las próximas elecciones-, le estimulan hacia la polémica partidista, no a hacer política de Estado. Pero si el PP lleva demasiado lejos la política de crispación, los daños van a ser irreparables. En esta ocasión, la perplejidad en las instituciones europeas ha sido sólo una anécdota. Lo peor son los efectos negativos en el prestigio de la clase política y en la cohesión nacional, que ya se están resintiendo.

miércoles, noviembre 23, 2005

Estos catalanes descreídos...

En Cataluña las bodas civiles (54%) ya superan a las religiosas. Mientras, en el conjunto del Estado la tradicional ceremonia católica sigue siendo la más popular (68%).

¿Para cuándo las bodas humanistas? No es que quiera casarme, pero cuantas más opciones haya en este mercado oligopolista mejor.

Homofobia máxima

Según informa Europa Press,

Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la reciente ejecución en Irán de dos hombres a causa de su conducta homosexual, lo cual, según la organización humanitaria estadounidense, supone un "ultraje" y una violación de "las normas internacionales sobre Derechos Humanos".

El pasado 13 de noviembre, el diario semioficial 'Kayhan' (editado en Teherán) informó de que el Gobierno iraní había ahorcado en público a dos hombres, Mokhtar N. (de 24 años de edad) y Alí A. (de 25), en la plaza Shahid Bahonar de la ciudad de Gorgan (norte).

El Gobierno justificó estas ejecuciones con el argumento de que los dos hombres habían cometido el delito de 'lavat', nombre con que la 'Sharia' --la ley islámica que inspira el código penal iraní-- define a las relaciones sexuales entre hombres.

Las leyes iraníes castigan con la pena de muerte cualquier relación sexual entre hombres que incluya penetración y con latigazos las que no la incluyan --salvo en caso de reincidir hasta cuatro veces, que también se castiga con la muerte--. Las relaciones sexuales entre mujeres, que tienen un tratamiento distinto, se castigan con latigazos y con la muerte en caso de reincidencia hasta en cuatro ocasiones.

No es Iran el único país donde los actos homosexuales están castigados con la pena capital. Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Sudán y Mauritania, todos ellos países islámicos, asignan la pena de muerte en su código penal a personas que no hacen daño a nadie y cuyo único delito es desarrollar su sexualidad del modo que ellos prefieren. En algunas áreas de Nigeria se aplica la Sharia y los homosexuales se ven amenazados por la sentencia de muerte por lapidación.

En otros países la homosexualidad está perseguida penalmente, aunque no con la severidad inhumana de los anteriores. En la mayor parte de los países islámicos la homosexualidad está castigada, aunque desde luego no están todos los que son, ni son todos los que están. Hay países no islámicos, principalmente en África, donde la homosexualidad está penada, y algunos de mayoría musulmana donde no, como Bosnia-Herzegovina, Albania, Turquía, Jordania, Iraq o Indonesia.

Hay que reconocer que históricamente ninguna de las grandes religiones monoteístas ha sido excesivamente comprensiva con las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo, aunque algunas confesiones -no desde luego la Iglesia Católica- empiezan a reconocer su normalidad. Para la Iglesia Católica las prácticas homosexuales merecerían un castigo mucho más horrible e inhumano que cualquier tortura terrenal: las penas del infierno.

Se hacen eco de la noticia Desde el Exilio e Inforgay

domingo, noviembre 20, 2005

Vulnerabilidad en PIPC 1.0

PIPC (Política Inmigratoria Políticamente Correcta) 1.0 es un sistema ideológico caracterizado por la práctica ausencia de restricciones a los procesos de migración, descrito como de Open Source y Open Destination. Se basa en la idea de que los borders –fronteras- son líneas de trazado arbitrario e injustas que separan a los usuarios y restringe su libertad de movimientos. Se resume en dos principales ideas-fuerza:

  1. Libertad de movimiento y trabajo de todos los usuarios de la red global que es el Planeta Tierra.
  2. Ciudadano es todo aquel que vive y trabaja en un lugar. Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos ante la ley, incluido el derecho al voto.

La pureza y belleza de los requisitos de usuario es abrumadora. Los suscribo como objetivo para el futuro y me encantaría poder disponer de un hardware que admitiera esas directrices. Ahora bien, en el presente necesito sistemas que quepan y sean sostenibles en la máquina social de la que disponemos actualmente. En este sentido, ya he comentado anteriormente ciertas limitaciones del hardware disponible hoy en día:

No olvidemos tampoco que nuestro país no es bueno ofreciendo trabajo y el 20% de los jóvenes están en el paro. Así que para la próxima generación, la mezcla de hijos de la inmigración, con discriminación y desempleo puede ser explosiva. Tal vez los disturbios que hay ahora en Francia, o los atentados de Londres nos parezcan una minucia comparados con lo que ha de venir. En España todavía no ha surgido la generación de hijos o nietos de inmigrantes. Es muy bonito y políticamente correcto lo de admitir inmigrantes, pero hay que planteárselo con responsabilidad y preguntarse si somos capaces de integrar y tratar dignamente a la gente que admitimos, y qué nivel de inmigración somos capaces de asimilar sin traumas.

Y no olvidemos que todo esto que estoy contando y lo que está ocurriendo en Francia, es con fronteras cerradas y una inmigración más o menos controlada. Si se dejan abiertas las fronteras los problemas se multiplicarían por mil. Los inmigrantes podrían entrar en oleadas si se les deja las puertas abiertas. ¿Cuántos de los cinco mil millones de personas de países pobres estarían dispuestos a probar suerte en Europa si se les da la oportunidad?

Entre los problemas que se me ocurren ahora mismo está la escasez y precio de la vivienda. ¿Dónde vivirían los millones de inmigrantes que entrasen? ¿Construiríamos ciudades de hormigón en las afueras de las ciudades para dar vivienda a todos los que llegasen como hicieron los franceses?

La respuesta de los partidarios de PIPC 1.0 sería que nos comamos estos problemas con patatas porque los derechos de libre movimiento contenidos en PIPC 1.0 son innegociables. Como dice Jessica, “no creo que nuestra propia incompetencia deba repercutir sobre los derechos de los demás. El que nosotros no seamos capaces de integrar cantidades ingentes de inmigrantes no debería repercutir en limitar su derecho a desplazarse y asentarse donde mejor puedan ganarse la vida”.

Si las obvias limitaciones del hardware no son capaces de alertar a los partidarios de PIPC 1.0, tal vez lo haga una vulnerabilidad importante contra el entorno Democracia 1978.

La inspiración puede ser la Marcha Verde, un ataque hacker masivo que explotó un momento de gran debilidad en el sistema, cuando la vieja máquina estaba dejando de funcionar. Fue un ataque en red. El caso es el administrador de Marruecos convenció a un montón de usuarios para que marchasen sin armas hacia un territorio periférico administrado por España, lo que llevó a la larga a la apropiación de ese periférico por parte de Marruecos.

Un amigo de mi padre decía humorísticamente que conquistar Portugal es muy fácil. Primero les declaramos la guerra, pero nos rendimos al primer día de la confrontación. En las capitulaciones de rendición admitiremos que Portugal se quede con todo el territorio español. Después como Portugal es una democracia, votamos para que Portugal pase a llamarse España y asunto acabado. Obviamente los portugueses no son tan tontos, pero los partidarios de PIPC 1.0 sí que parece que están dispuestos a dar toda clase de facilidades.

Nos causa poca preocupación la nostalgia de Bin Laden y compañía por la Al Andalus perdida, robada por los cristianos hace cinco siglos. Una nostalgia compartida no sólo por gente violenta, sino también posiblemente por otros islamistas más pacíficos. Nos causa poca preocupación principalmente, porque aunque la recuperación –pacífica- de Al Andalus para el Islam pueda ser un sueño muy deseable para algunos, su imposibilidad de llevarlo a la práctica lo deja como lo que es, un sueño. Pero ¿qué pasa cuando la realización práctica de ese sueño se deja a huevo?

Una vez implementado PIPC 1.0 el sueño de islamizar Al Andalus podría hacerse realidad. Lo único que tendrían que hacer sería convencer a un número suficiente de acólitos de marchar a vivir a Al Andalus, obtener la ciudadanía y votar para eliminar la Constitución e implantar la ley islámica. No sería tan difícil convencer a una masa humana para que lo hagan. Está el antecedente de la marcha verde hace 30 años, pero hoy en la era de la información es mucho más fácil convencer a una masa humana para que participe pacíficamente en un acontecimiento político y religioso tan deseable. La posibilidad de vivir mejor en un territorio más rico que históricamente era islámico hasta que fue robado por la fuerza de las armas, y volver a islamizarlo, tiene todos los atractivos posibles: económico, religioso e identitario. Ni siquiera se le podría calificar de ataque hacker. Sería un comportamiento pacífico, legal y lógico de los potenciales usuarios.

Alguien me podrá decir que no cree que algo así vaya a ocurrir, o que en todo caso no podemos estar seguros de que vaya a ocurrir y por tanto no podemos dejar de implementar PIPC 1.0 por algo que solo es una posibilidad hipotética. A lo que yo respondería que la seguridad de un sistema no debe diseñarse según lo que sabemos que va a ocurrir, sino contemplando todas las posibles eventualidades. No podemos ignorar una vulnerabilidad pensando que los hackers a lo mejor no la explotan. Democracia 1978 merece una mejor protección.

sábado, noviembre 19, 2005

Lobbies: Democracia participativa en acción

Coincido con Egócrata en que la democracia directa no es viable. La democracia representativa, en la que elegimos periódicamente a un puñado de políticos profesionales que toman las decisiones por nosotros, es el menos malo de los sistemas de una sociedad donde el ciudadano medio ni está bien informado, ni tiene interés en informarse, a menos que consideremos el Marca y Salsa Rosa como indispensables nodos informativos. Lamentablemente para tomar decisiones políticas no bastan con unos principios claros y un alma generosa. Hace falta tener los pies anclados al suelo, la cabeza bien amueblada y una cantidad de conocimientos apreciable para poder hacer una valoración correcta. O eso, o unos buenos informes donde te den las valoraciones ya masticadas. Sin el ejército de funcionarios y consejeros, probablemente incluso los políticos estarían perdidos.

Sin embargo no estoy sugiriendo que la participación de los ciudadanos se limite a meter un papel en una caja cada cuatro años (aunque desde luego esa es la principal y es importante por mucho que algunos devalúen su relevancia). Los ciudadanos responsables y activos tienen formas de organizarse que pueden ser muy efectivas y útiles para llevar a la práctica sus ideas: Los lobbies (perdón, grupos de interés, no quiero ofender a la RAE).

Los lobbies no son patrimonio de hombres y mujeres poderosos que manejan los hilos desde despachos inaccesibles. También el ciudadano de la calle puede dar forma y fuerza a lobbies poderosos. Si alguien lo duda que piense en la Asociación Nacional del Rifle americana que tiene más de cuatro millones de afiliados. Su verdadera fuerza no está en los fabricantes de armas que la puedan apoyar, sino en sus cuatro millones de votantes que representan muchos votos. Cualquier político se lo pensará dos veces antes de contrariar a tantos votantes unidos en una misma causa.

El mejor arma que puede tener un lobby es tremendamente simple: El número. Los afiliados ni siquiera tienen que ser activos. No hace falta inundar a los políticos con cartas y e-mails, que seguramente no sirvan para nada. Basta con votar de acuerdo con los intereses del lobby cuando sea necesario. Un puñado de cabecillas –una vanguardia consciente que dirían los marxistas- es suficiente para llevar a cabo la parte organizativa y de relación con los políticos.

No hay que desdeñar tampoco otras formas de persuasión. El contacto directo si hay acceso a un diputado clave de una comisión, o elaborar leyes enteras listas para usar, para que el diputado encargado sienta la tentación de ceder al trabajo ya hecho. Un amigo me dice que esto último es del orden del día en el Parlamento Europeo.

Parece fácil entonces, ¿no? Sin embargo no es tan fácil formar un lobby numeroso, por mucho que tu interés sea compartido por muchos ciudadanos. Tu voz tiene que llegar a toda esa gente, y a menos que tu lobby adquiera una masa crítica y poder de comunicación, será muy difícil salir del anonimato.

Internet y la blogosfera hace más sencilla la nucleación de lobbies y su crecimiento en las etapas embrionarias, pero el crecimiento hacia el tamaño crítico choca con factores culturales. En la individualista España no hay una cultura de comunidad, de grupo cívico. Igual que pasa con el voto, no se comprende que la participación anónima e insignificante de un individuo es muy importante, porque la fuerza está en el número de muchas participaciones anónimas e individuales.

A ver si tomamos ejemplo aquí en España. No necesariamente de la Asociación Nacional del Rifle, sino más bien de la campaña One de Bono contra la pobreza, que ya ha sido firmada por más de 1,6 millones de personas. La fama es un activo de primer orden para que una persona comprometida pueda nuclear un lobby alrededor de su propio resplandor ético y comunicativo.

viernes, noviembre 18, 2005

París - Banyoles

Mucho ha llovido desde el lamentable asunto del negro de Banyoles. Hoy el ayuntamiento, gobernado por ERC, está más preocupado de integrar a la población inmigrante que de provocar innecesariamente a sus vecinos de origen subsahariano. De hecho, ha aprobado una nueva normativa prohibicionista que parece apostar por el modelo francés asimilativo.

Banyoles es una ciudad pequeña -16.500 habitantes- con una numerosa población inmigrante -17%-, que como es habitual se concentra en determinados barrios. En este caso el barrio de La Farga, con más de un 40% de población extranjera, principalmente africana -magrebí y subsahariana-. El barrio va adquiriendo una fisonomía étnica, no sólo por su población, sino también por su comercio -tiendas de alimentación, carnicerías islámicas, bazares, locutorios- que se adaptan a las necesidades y gustos de los nuevos vecinos del barrio, aunque no a los de los técnicos del ayuntamiento. Un informe del ayuntamiento detecta "una flagrante falta de higiene" que genera "mala imagen" y ha dado lugar a "inspecciones de la Generalitat en las que se han detectado serios problemas por resolver en el orden sanitario".

El problema que preocupa al ayuntamiento no es en realidad sanitario sino que La Farga se está convirtiendo en un barrio de inmigrantes, o bajo otro punto de vista, en un gueto. Para luchar contra ello han tomado unas medidas prohibicionistas. El pleno ha acordado no dejar abrir en el barrio nuevas tiendas de alimentación, ni bares, ni restaurantes, ni establecimientos de caracter sociocultural. Además ha aprobado no dejar convertir en viviendas los locales comerciales situados en los bajos de los edificios, para evitar que aumente la densidad de población inmigrante. Según el concejal de urbanismo se pretende concentrar más el nuevo comercio hacia el centro y fomentar así el desplazamiento de los habitantes de la Farga hacia esa zona.

No niego que el plan aprobado tenga buenas intenciones, pero me da la impresión de que podría ser perjudicial para la mejora económica de la población inmigrante. Estos podrían tener mejores oportunidades de abrir un negocio en La Farga, de acuerdo con el gusto y la capacidad adquisita de los habitantes del barrio, que no en el centro donde los alquileres serán posiblemente más caros y tendrán además dificultades para atraer y captar a la clientela nativa. Tampoco está claro que los nuevos vecinos se distribuyan por la ciudad. Los inmigrantes, con bajo poder adquisitivo, suelen tender a agruparse en los barrios más baratos, mientras la población nativa, más pudiente, prefiere otros barrios donde la densidad de inmigrantes no vaya en aumento.

Espero estar equivocado. Al fin y al cabo estoy haciendo un comentario apresurado y poco documentado a partir de lo leído en un periódico, mientras que el ayuntamiento de Banyoles lleva tiempo tomando el pulso a la ciudad desde el mismo frente de batalla, analizando la situación y planificando las medidas a tomar.

Claro que los mismos inmigrantes no parecen estar muy de acuerdo con las medidas que se toman "por su bien". Un portavoz de una asociación magrebí de La Farga expresaba sus dudas sobre la eficacia de la medida "a la hora de facilitar la integración de los inmigrantes" y ha criticado la iniciativa municipal señalando que "cualquier ciudadano tiene que tener derecho a implantar un negocio, en este barrio o donde quiera". Al fin y al cabo, las soluciones bien pueden ser otras

Es la economía, estúpido

A raíz de las revueltas en Francia, se ha puesto de actualidad el debate sobre qué modelo es mejor para gestionar la inmigración, desde la asimilación francesa, al multiculturalismo británico o la no integración germana. Cada uno tiene su favorito, pero ninguno parece funcionar realmente bien. The Economist hace también su contribución. Sus propuestas no son profundas, ni van más allá de lo que dicta el son de sentido común, pero apuntan justamente a lo más necesario: El empleo y la vivienda. Partiendo de la pregunta de qué es mejor para que los inmigrantes se adapten, hace un repaso de los diferentes enfoques.

"Algunos enfatizan el papel del país anfitrión, y argumentan que el tipo de política europea ha sido peor que la americana. Desde luego, las políticas europeas han sido de lo más variado. En Francia, cualquiera puede ser un ciudadano y no se reconocen las identidades grupales. La prohibición del pañuelo islámico en los colegios públicos ilustra esta tradición asimilativa. Alemania, hasta 2000, era el polo opuesto: nadie podía convertirse en ciudadano si no era de extracción germana, incluso si cumplía las condiciones habituales -como ser hijo de padres también nacidos allí-. Gran Bretaña y -hasta hace poco- Holanda eran a su vez diferentes: han promovido un multiculturalismo tolerante, en el que se anima a que los grupos minoritarios celebren su diferencia, siempre que ellos acepten que los otros hagan lo mismo.

Después de los acontecimientos de las últimas dos semanas, algunos europeos defienden que el enfoque británico es mejor. Sin embargo se da el extremismo islámico tanto en la integracionista Francia como en el multicultural Reino Unido. Ni Francia ni Gran Bretaña han evitado la segregación en las zonas de inmigrantes, cosa que Alemania sí lo ha hecho. América se está moviendo desde el multiculturalismo que dominó en los 80, a una mayor asimilación -algunos estados prohiben el español como lenguaje de enseñanza por ejemplo-. La conclusión correcta no es que un modelo determinado sea mejor, sino que el tipo de política no hace la diferencia."

Multiculturalismo o asimilación, ambas políticas tienen en común que sus resultados son decepcionantes. La realidad es que los inmigrantes tienen un bajo poder adquisitivo, que los mantiene en lo más bajo de la escala social y los agrupa en los peores barrios, los de vivienda más barata. El reto, más que con los inmigrantes de primera generación a los que difícilmente se puede integrar, es con sus hijos y nietos, que teóricamente deberían recibir una educación como los demás y tener igualdad de oportunidades y logros de acuerdo con sus méritos. En la práctica el ascensor social no funciona bien. El aprovechamiento de la escolarización se ve comprometida por las circunstancias sociales, por la familia y el barrio. La baja extracción social y los malos resultados escolares, refuerzan los prejuicios discriminatorios, que todavía hace más difícil la ascensión social, incluso para los que han aprovechado la escuela. Al menos hay una diferencia fundamental entre Gran Bretaña y Francia. En Francia, con su mercado laboral regulado y sus contratos protegidos, el desempleo se ceba en los hijos de los inmigrantes, mientras que en Gran Bretaña, con una economía más dinámica, el problema del desempleo es mucho menor. La diferencia no la hace el modelo de integración, sino la estructura económica.

"El trabajo es el arquetipo de actividad social. Proporciona amigos y contactos más allá de la familia y el grupo étnico. Si creas tu propia empresa, te arrastra más aún dentro de la sociedad. Y aquí hay una diferencia destacada entre Europa y América. El desempleo en Francia es casi del 10%. Entre los inmigrantes o los hijos de inmigrantes, es al menos dos veces y algunas veces cuatro veces más alto. En cambio, el desempleo en América entre los inmigrantes legales es despreciable, y la iniciativa empresarial está fuera de escala en comparación con Europa.

El segundo gran motor de integración es la vivienda en propiedad, especialmente importante para la segunda y tercera generación. Esto da a la gente una participación en la sociedad, algo que puede perder. Gracias a las hipotecas baratas y al avanzado sistema bancario, la mitad de los latinos en América son propietarios de sus casas. Gran Bretaña, después de las ventas de casas municipales y de los booms inmobiliarios, también incentiva la vivienda en propìedad. En cambio, la mayor parte de los bloques de las banlieues francesas son de propiedad pública.

Entre ellos, un trabajo y una casa ayudan a crear no sólo más integración, sino también una mayor movilidad social. Los latinos han apoyado la transformación americana hacia la asimilación porque tenían miedo de quedar atrapados en guetos de habla española. Pero las banlieues están llenas de gente que han crecido sin trabajos, o la esperanza de obtener mayores ingresos o un lugar mejor para vivir. Para ellos, la integración es un engaño, no una promesa.

Un trabajo y una casa no resolverán todo. El padre de uno de los terroristas de Londres era propietario de dos tiendas, dos casas y un Mercedes. Pero si queréis saber por qué los inmigrantes de segunda -y tercera- generación se integran mejor en unos países que en otros, el empleo y la vivienda es un buen lugar para empezar."

jueves, noviembre 17, 2005

Memez

¡Que pesaos! :p Egócrata y Daniel Rodríguez me incitan para que elabore no uno sino dos listados de preferencias, uno de músicos y otro de libros. Lo que no entiendo es por qué le llaman memes.

Bueno, si se empeñan, ahí van. Primero 10 libros:

  • Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift (Por supuesto)
  • Anna Karenina de Lev Tolstoi
  • Lord Jim de Joseph Conrad
  • Un mundo feliz de Aldoux Huxley
  • Cien años de soledad de García Márquez
  • Historia de la filosofía occidental de Bertrand Rusell
  • Cosmos de Carl Sagan. Toda una inspiración en mi infancia.
  • Diplomacia de Henry Kissinger. Una historia de las relaciones internacionales desde Richelieu a través de la mirada de un practicante de la Realpolitik
  • Guns, germs and steel de Jared Diamond. Una historia mundial de los últimos 13000 años. Por qué la civilización ha surgido a diferentes ritmos en las distintas partes del mundo.
  • La tabla rasa de Steven Pinker. Destruyendo mitos filosóficos y políticos sobre la naturaleza humana, con la ayuda de los últimos avances científicos.

Después un alfabeto de músicos y bandas. Me gustan los “clásicos”, cantautores, música en español. Tratando de completar el abecedario no queda más remedio que poner algunos que no están en el top, y dejar en el tintero muchos que sí lo están. Para las tres letras finales el premio se queda desierto.

  • Alanis Morissette
  • Blondie
  • Chic
  • Dire Straits
  • Elefantes
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  • Joaquín Sabina
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  • Luz Casal
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  • Presuntos Implicados
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  • Los Rodríguez
  • Santana
  • Tontxu
  • U2
  • Vaya con Dios
  • The Waterboys
  • Led Zeppelin

En realidad me desagradan bastante las cadenas piramidales, sean por correo electrónico o por blog, así que voy a dejar morir esta rama aquí. Espero que nadie se disguste por ello, ni me haga merecedor de cien años de impotencia sexual por romper la cadena.

En todas partes cuecen habas

Presionado por sus socios nacionalistas, el partido del gobierno ha accedido a hacer una reforma constitucional de corte federalista. La oposición mientras tanto se envuelve en la enseña nacional para resistirse frontalmente a la reforma. Según ellos, esta reforma plantea un modelo de federalismo que, a su juicio, comportará desigualdades que perjudicarán a las regiones menos desarrolladas.

No estoy hablando de Hispania, aunque pueda parecerlo. El Senado italiano ha aprobado una reforma constitucional que entre otras cosas incluye el traspaso de competencias legislativas a las regiones en sanidad, educación y policía local. Esta reforma es la niña bonita de la Liga Norte, y Berlusconi no ha tenido más remedio que apoyarla para tener contentos a sus socios nacionalistas, y eso a pesar de que sus otros socios, la derechista Alianza Nacional y la Unión de Demócratas Cristianos, fruncen el entrecejo.

Aquí es la izquierda la que se envuelve en patriotismo y en la bandera para oponerse a las reformas. "Yo os desafío: ¿por qué no hacéis ondear la bandera italiana? No lo haréis, porque no os importa nada Italia ni la unidad de Italia." era el reto que Gavino Angius, jefe del grupo de senadores de Demócratas de Izquierda, lanzaba a la Liga Norte. La izquierda amenaza con convocar un referéndum -en Italia basta recoger medio millón de firmas para convocar uno-, así como con dar marcha atrás a la reforma tras las elecciones del próximo abril.

En todas partes cuecen habas, aunque los papeles a veces parecen algo cambiados.

miércoles, noviembre 16, 2005

Armas de distracción masiva

Se sabe que en Delaware(EEUU) están desarrollando unos extraños y largos cañones de hasta 46 metros de longitud. ¿Servirán para proyectar una nueva arma de destrucción a largas distancias? ¿Hay planes de desplegarlos en Iraq para conseguir una ventaja táctica contra la insurgencia? ¿Ha ido algún inspector de la ONU a comprobar si estos dispositivos amenazan el equilibrio armamentístico internacional?

En realidad estas armas no son peligrosas. Son lanzadores de de calabazas que los participantes construyen para el concurso anual Punkin Chunkin en Millsboro. Gana el que lanza los proyectiles más lejos dentro de cada categoría (cañones de aire comprimido, trabucos, catapultas o máquinas de energía humana).

No soy quien para criticar o burlarme de semejantes aficiones. Al fin y al cabo hay freekies con aficiones de lo más extrañas. Pero hay en este concurso casi exclusivamente masculino algo peculiarmente americano, que es difícil encontrar en otros parajes. Una inclinación intensa hacia el bricolage -casi se podría decir ingeniería- y hacia la construcción de artefactos enormes y potentes, a la que hay que dedicar una porción apreciable de tiempo y dinero. Mejor no hacer reflexiones freudianas sobre aquello que tratan de compensar los constructores de estos largos eyaculadores.

martes, noviembre 15, 2005

Inmigración y educación

La Fundación BBVA y el Instituto de Estudios Autonómicos (IEA), ha publicado un Estudio sobre inmigración y transformación social en España, que aporta interesantes datos sobre la inmigración que nos permiten ir más allá de los mitos, los tópicos y lo políticamente correcto. Especialmente importantes son las conclusiones relativas a la educación, porque afectará a la prosperidad y a las desigualdades sociales de las próximas generaciones, no sólo de los de origen extranjero, sino también de los nativos.

Más del 20% de los inmigrantes que llegan a España tiene formación universitaria, un porcentaje similar al de los españoles. Sin embargo los alumnos de Primaria y Secundaria procedentes del extranjero sufren graves problemas de integración en el sistema educativo, con consecuencias negativas obvias para la futura integración en la sociedad de estos hijos de inmigrantes. El problema no sólo se limita a los recién llegados, sino que la compartición de las aulas con los hijos de inmigrantes influye negativamente también en los resultados del resto de escolares. La reseña la he encontrado en aprendemas.com, que hace un resumen estupendo sobre el estudio y que transcribo tal cual. Me he limitado a poner en negrita las conclusiones más remarcables.

Ángel Aranda / Redacción Aprendemas.com - 27/07/2005

El informe revela algunos datos sorprendentes junto a otros ya conocidos o al menos intuidos por la opinión pública. Así, y contrariamente a lo que suele pensarse de forma generalizada, la pobreza de los inmigrantes no es un factor predominante a la hora de trasladarse a miles de kilómetros de distancia con la esperanza de iniciar una vida mejor. De hecho, y siempre según las conclusiones de este estudio dirigido por los catedráticos Enrique Argullol y Guillem López -ambos pertenecientes a la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona- los inmigrantes que se asientan en España no son los más pobres de sus países, algo que está relacionado con su nivel de estudios, ya que el 20,7% de estas personas tiene formación universitaria.

Este último dato es realmente significativo, ya que la media española en este sentido tan sólo es superior en casi tres puntos, situándose el porcentaje de universitarios autóctonos en un 23,2%. «Cuanto más pobre se es menos se emigra» concluyen los autores del estudio, aunque el dato no puede extenderse a todos los continentes de forma generalizada. En este sentido, los inmigrantes procedentes del Magreb y del resto de África son los que presentan un nivel educativo más bajo, frente a los provenientes de América Latina y los países de Europa del Este, que incluso llegan a superar con creces la media española. Son precisamente estos últimos, los nacidos en países de la antigua órbita soviética los mejor formados, ya que casi la tercera parte de los que vienen a trabajar a España posee estudios universitarios, algo que queda muy lejos a día de hoy en países como el nuestro.

Pero el trabajo de la Fundación BBVA e IEA también se ha hecho eco de la percepción instalada en la sociedad, donde se afirma que la existencia de alumnos inmigrantes en las aulas no universitarias frena el rendimiento del resto de los escolares. Mucho se ha hablado hasta el momento sobre la relación causa-efecto de este fenómeno, e incluso se ha venido apuntando desde hace tiempo por parte de diversas organizaciones sociales, el desequilibrio que genera esta situación y la posibilidad de «escapar» de ella que tan sólo tienen determinadas capas sociales, capaces de costear una educación privada para los más jóvenes.

Las conclusiones de este último estudio al respecto no dejan lugar a dudas por muy controvertidas que resulten: «Una mayor proporción de alumnos extranjeros por curso disminuye el número de aprobados, mientras que una cifra superior al 6% de inmigrantes en las aulas afecta negativamente al rendimiento del conjunto de los alumnos». Estos datos se reflejan especialmente en los estudios de Primaria y en el primer ciclo de Secundaria, y aunque el estudio empírico se ha realizado sólo en centros de Cataluña, sus autores aseguran que los resultados son extrapolables al resto del Estado.

Como respuesta a esta situación en España ya se está dando desde hace tiempo lo que fuera de nuestras fronteras se conoce como «Native Flights», es decir, que los alumnos autóctonos se trasladan de la enseñanza pública a la concertada donde existe un porcentaje muy inferior de estudiantes inmigrantes. Así, mientras que en la enseñanza Primaria pública el porcentaje de extranjeros se ha tasado en un 13% y en la Secundaria en un 11%, el porcentaje es cuatro veces inferior en la enseñanza privada que a su vez registra un mayor número de aprobados. Por todo ello, los autores señalan también en las conclusiones que una gestión incorrecta de la Inmigración en la Educación va a afectar mucho más a los alumnos de menor nivel social y económico, produciéndose una notable desigualdad.

En cuanto al nivel de influencia negativa por parte del alumnado inmigrante según sus zonas de origen, el estudio indica que los estudiantes no universitarios procedentes de África son los que afectan de manera más negativa en el aula, mientras que en el polo opuesto se encuentran los asiáticos al tratarse de alumnos más disciplinados, según los responsables del estudio. En este sentido, los autores recomiendan que cuando se aborde por parte de la Administración el tema de la distribución del alumnado, no sólo deberá tenerse en cuenta la proporción de alumnos extranjeros sino también su procedencia, ya que no todos afectan de igual forma a los resultados finales. No obstante, en las conclusiones se precisa que parte del efecto negativo de los alumnos inmigrantes se relaciona con el hecho de que son nuevos estudiantes del centro y no con su condición de extranjeros.

Por otra parte, el estudio destaca el tema de la reagrupación familiar y la presencia de compatriotas en España como las principales razones que animan a estas personas a emigrar, aunque el factor económico y la mala situación social y laboral de sus países de origen siempre tendrán una altísima presencia a la hora de tomar esta importante decisión. El estudio concreta que los inmigrantes procedentes de Marruecos, que constituyen el 52% del total, son los que solicitan más permisos de residencia por reagrupación familiar, seguidos de chinos y colombianos. La hipótesis de la existencia de un «turismo de bienestar», esto es, que los inmigrantes acuden a los países más desarrollados en busca de beneficios sociales, también pierde fuerza en este estudio.

El trabajo desmonta en cierto modo otros mitos, como el de la utilización masiva por parte de este colectivo de la Sanidad. Los inmigrantes utilizan menos los servicios generales de salud (15,4% los extranjeros y 18,9 los autóctonos), aunque hacen mayor uso de la atención médica especializada. Asimismo, las políticas dirigidas a facilitar el desarrollo de los países de origen de los inmigrantes pueden aumentar el fenómeno de la inmigración, al reducir la pobreza y permitir que más personas puedan afrontar los desplazamientos.

lunes, noviembre 14, 2005

La primera presidenta africana

Hay que felicitar a los liberianos por haber hecho la elección correcta en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Seguramente era muy grande la tentación de elegir al que es con diferencia la figura más popular del país, el ex-futbolista George Weah, pero lo que necesitaba Liberia no era un superfamoso, sino alguien con la cabeza muy bien amueblada y los conocimientos adecuados para señalar que camino tiene que emprender el gobierno. Las credenciales de la nueva presidenta Ellen Johnson Sirleaf son inmejorables. Educada en Harvard, ha trabajado para la ONU, el Banco Mundial y el Citibank.

La dama de hierro –así se la llama en Liberia- va a necesitar algo más que conocimientos y determinación para sacar a su país del pozo en el que está hundido tras quince años de guerra civil y de soportar a Charles Taylor, uno de esos tiranos maníacos y corruptos que plagan este sufrido continente. Liberia es hoy uno de los países más pobres del planeta y está rodeado de países en guerra civil que pueden tener un efecto desestabilizador. Su presidenta va a necesitar no sólo la magia de una competente estadista sino también ayuda internacional y una gran dosis de buena suerte.

Le deseamos lo mejor y estaremos atentos a las noticias que vengan de este país.

domingo, noviembre 13, 2005

Rabia

Somos todos solidarios ante esta mierda de infierno

sacar la cabeza de la miseria para que la gente nos considere

en tanto que ciudadanos y no como perros. (…)

Por misión exterminar a los ministros y los fachas,

ya que hoy no sirve de nada gritar, hablar a las paredes,

creer que el único medio de hacerse entender es quemar coches

¿Incitación al odio y la violencia? Desde luego. Pero no seamos fariseos; el grupo de rap Sniper es también la voz de los jóvenes excluidos laboral, social y urbanísticamente de la sociedad francesa. Su origen étnico, como descendientes de africanos en una parte mayoritaria, abona el camino para la discriminación y para fortalecer la conciencia e identidad de ser unos excluidos. Su rabia -y no estoy hablando necesariamente de los que queman coches que tal vez sean una minoría- es perfectamente explicable y tal vez hasta justificada.

Se ha escrito mucho desde la anécdota y la subjetividad, y lamentablemente voy a seguir en ese nivel mientras no lea estudios más serios. Pero la anécdota siempre puede ser ilustrativa, como la entrevista al muchacho afro-francés Doppy Gomis, de 23 años, en El País de hoy.

Como excluidos de la sociedad, no reconocen la identidad francesa como la suya, ni tampoco una alternativa. Una crisis de falta de raíces:

Tengo la nacionalidad francesa, pero Francia me trata como un extranjero y al otro lado de la frontera, en África, sólo soy un turista. Ay, hermano, yo no sé de donde soy

Paradójicamente, afirma que los que queman coches no han sido los que han sufrido la exclusión en sus carnes, buscando trabajo, sino los que han crecido con la idea de que han nacido para ser excluidos: “Créeme, yo los conozco. Son mis vecinos, mis hermanos. Son chicos de 14, 15, 16 años”. Más por notoriedad, por poder salir en la televisión que por la rabia justificada que sí tienen sus hermanos mayores. “Se pusieron frente a la televisión y vieron los coches ardiendo. Se cruzaron mensajes de móvil con sus amigos de otros barrios. Se retaban: la televisión habla de mí y no de ti”. “Te juro que esa es la historia. No hay una organización detrás. Todo lo ha montado la televisión. Tenemos que darle las gracias. Nos ha hecho un buen trabajo”.

El desempleo de Doppy no es aparentemente culpa ni de él mismo ni de sus padres. “Siempre ha sido duros conmigo. Hasta me pegaban si no ayudaba a los gastos de la casa. Es lógico: el sueldo de ellos dos no da para todos. Cuando terminé los estudios primarios me obligaron a aprender contabilidad, pero nunca conseguí un trabajo con un sueldo digno. ¿La razón? Soy negro. Compañeros blancos con peores notas ya tienen empleos buenos”.

Puede que haya algo de derrotismo y que la sensación de estar discriminados lleve a tirar la toalla antes de tiempo (“No se cree en el esfuerzo porque los chavales de 15 años ven que los que tienen 25 y fueron buenos estudiantes siguen en el paro”), pero parece mucho más plausible y real el hecho de que no se les reconoce como franceses de verdad y que son realmente discriminados. En cualquier caso, haya discriminación o no, el fondo del problema es el mercado laboral francés con unos contratos fuertemente protegidos y regulados, que son una auténtica trampa de desempleo, que se ceba precisamente en los colectivos más desfavorecidos.

Las alternativas no son las ideales para socializar la comunidad. Los chavales jóvenes “ven que los que optaron por la delincuencia, por el tráfico de drogas, ya tienen buena ropa y buenos coches; ya se han marchado de casa. Ahora son los chicos malos el ejemplo a imitar”.

Respecto del Islam dice que “tampoco se cree en la religión. Muchos vecinos de mi edad se hicieron musulmanes muy deprisa y perdieron la cabeza. Algunos perdieron la cabeza y luego supimos que los habían encontrado muertos en Afganistán. Por eso, ahora, tampoco la religión consigue reclutar a mucha gente”.

Tampoco cree en Francia y en realidad su corazón se siente más cerca de África. “Me gustaría tener dinero para volver a mi única patria, África, para ayudarla a salir de la pobreza y que mis hermanos no tengan que venir a vivir donde no nos quieren”.

Más allá de los sueños, tiene que volver a la realidad de que vive en Francia, donde no es visto como un francés de verdad, ni él se siente que Francia sea su patria. Así que franceses de pata negra y franceses marginados, tendrán que convivir y aprender a vivir juntos de la mejor manera posible. Doppy deja ya la entrevista y se entretiene cantando un estribillo muy popular:

Te voy a follar, Francia, hasta que te enamores de mí

sábado, noviembre 12, 2005

Con el Marco viviríamos mejor

Juro que no entiendo el compromiso de Angela Merkel de aumentar el IVA para sacar adelante la economía alemana, cuando lo que necesita Alemania es consumo e inversión, no apretarse el cinturón. El caso es que aunque Merkel quiera aumentar la demanda tampoco tiene mucho margen. El Euro le ata las manos para utilizar las clásicas recetas no estructurales.

Si le preguntamos a un economista como darle un empujón a la economía de un país cualquiera en dificultades, nos dará las dos recetas clásicas que no precisan complicarse la vida con cambios estructurales. Primero, bajar los tipos de interés; segundo, déficit público. Decididamente la primera es la mejor de las palancas. Es rápida y fácil de implementar, no crea deuda y no añade la tentación de tirar el dinero regalándolo a grupos de interés y amiguetes. Paul Krugman añadiría una tercera palanca por si ninguna de las dos anteriores funciona: la inflación.

Alemania es una de esas naciones en dificultades que necesita dar un empujón a la locomotora, pero para su desgracia, la entrada en el Euro le ha arrebatado el control de los tipos de interés, y también el de la inflación. Desgraciadamente también ya ha quemado el cartucho del déficit público y parece que no está funcionando.

Alemania ha probado el déficit público hasta más allá del límite de lo que permite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, haciendo que los frugales alemanes empiecen a ponerse nerviosos por ir sumando deuda y estar en el grupo de morosos que incumplen todos los años el pacto. El caso es que se han quedado sin palancas macroeconómicas. Ni el tipo de interés, ni la inflación están en manos del gobierno alemán. Le corresponde ahora al Banco Central Europeo la responsabilidad de imprimir los euros y fijar los tipos de interés, y entre sus ocupaciones no está la economía alemana. Su única obsesión parece ser mantener la inflación europea al 2%.

A mi modo de ver Alemania ha perdido demasiada capacidad de reacción con el Euro. Con la vieja moneda, podría haber reducido hace tiempo el tipo de interés, llegando hasta el 0% si es preciso. Si esto no funciona, todavía le quedaría además la palanca de la inflación para hacer otro intento. El caso es que Alemania ya no controla ninguna de estas palancas.

El perjuicio es gigantesco. Si contamos con que estas soluciones podrían haberle dado vidilla a la economía germana desde hace tiempo, que para estas alturas podría estar trotando a un ritmo ágil, estaríamos hablando de posiblemente decenas de miles de millones de euros de pérdidas ocasionadas por el Euro.

Vale, pero el Euro aportará ventajas que compensen esta pérdida, ¿no? Pues va a ser que no. El euro está proporcionando estabilidad monetaria y bajos tipos de interés, pero eso es algo de lo que Alemania nunca ha escaseado. El Marco era una moneda estable, hasta el punto de que era el patrón al que se fijaban las demás monedas europeas, así que en este sentido no se ha ganado nada.

El Euro aporta alguna ventaja para el comercio en la zona, porque elimina la incertidumbre de la fluctuación de los tipos de cambio. Sin embargo no creo que sea una ventaja fundamental. Al fin y al cabo el comercio con países fuera de la zona euro como Gran Bretaña o Suecia va viento en popa. Me da la impresión que es una ventaja mínima comparada con los perjuicios mucho más fundamentales de no poder utilizar los tipos de interés para arrancar la locomotora en tiempos de crisis o devaluar la moneda cuando el problema es la falta de competitividad.

Puede que el Euro sea buena idea para países como España que históricamente han tenido más problemas con la estabilidad monetaria –yo no lo creo de todos modos-, pero en cualquier caso no para Alemania. Ha perdido mecanismos importantes que ahora se están revelando como esenciales y lo que ha ganado se puede calificar de secundario.

Se puede decir que el Euro ha sido para Alemania el timo de la estampita, con el agravante de que ha sido un auto-timo. Alemania se ha engañado a sí misma pensando que el euro iba a promover el crecimiento de su economía.

Si Tony Blair ha jugado alguna vez con la idea de unirse al Euro, estoy convencido de que se le habrán pasado las ganas viendo la experiencia reciente de Alemania. Algo parecido deben estar pensando también los suecos.

viernes, noviembre 11, 2005

Sony se pilla los dedos

Hay quien especula que el debate entre el copyright (amplios derechos de autor) y el copyleft (libertad de copia, distribución y modificación de la obra creativa) es irrelevante en el mundo digital. Según este punto de vista, por mucho que se restrinjan los derechos de autor, las redes P2P se dedicarán a intercambiar obras creativas (música, películas, libros) pasándose estos derechos a la torera. Por otra parte, los distribuidores de obras creativas se las ingeniarán para buscar tecnologías de administración digital de derechos de autor que hagan la copia ilegal cada vez más difícil. En este sentido, la batalla principal no sería política y legal, sino una batalla tecnológica para ver quien es más fuerte, el protector de contenidos o el cracker.

Sony, que se ha metido de un modo muy agresivo en esta batalla, se acaba de pillar los dedos. Ha empleado una tecnología (Extended Copy Protection - XCP) en los CDs de música para evitar que los usuarios hagan copias en el ordenador (ni siquiera una copia privada), con la desagradable consecuencia de que introduce vulnerabilidades en los ordenadores ejecutados bajo Windows (y posiblemente Mac). Los creadores de virus han sido rápidos en sacar partido de estas vulnerabilidades y ya han infectado ordenadores aprovechándose de la cobertura abierta por el software de Sony. Unos cuantos usuarios cabreados ya han denunciado a Sony que ha tenido que pedir perdón y supongo que tendrá que pagar indemnizaciones. Lo peor para Sony es que a la larga tendrá que meterse esta tecnología por donde le quepa o al menos hacerla menos agresiva.

En lo que sigue me voy a referir siempre a Windows. Los linuxeros están a salvo de momento, y respecto de los Macs no estoy seguro de como va la cosa.

Los efectos secundarios de la tecnología XCP son "graciosos": Ya he hablado de que crea una vulnerabilidad. El software de Sony se vuelve invisible para el sistema operativo, pero virus específicamente diseñados pueden aprovechar la cobertura que proporciona el programa de Sony y hacerse invisibles también. Además parece que emplea unos procedimientos que hacen continuas lecturas del disco duro y que acortan su vida útil.

Estos programas se puden calificar de auténtico Malware, no sólo por los efectos secundarios, sino porque las técnicas que emplean son de auténtico intrusismo, haciendo cada vez más delgada la línea de separación entre el software legal y los virus:

  • Carga programas casi sin avisar. En realidad aparece la típica licencia de software que nadie se lee, pero no un aviso que claramente advierta ¿quiere usted instalar este programa?
  • Cambia la configuración del sistema sin permiso
  • Se defiende contra su eliminación o cambios de sus componentes
  • Modifica sin avisar la información de otros programas o contenidos de páginas web
  • Incluye mecanismos para evitar su eliminación por otros programas de seguridad o anti-spyware
  • No puede ser eliminado con el desinstalador de Windows ni proporciona un desinstalador propio

Pero no le echemos toda la culpa a Sony. A veces no sé si Windows es una mierda porque sus desarrolladores son incompetentes o porque conspira con las grandes compañías para colarnos goles. Es de auténtico juzgado de guardia porque permite hacer cosas que son completamente inaceptables en un sistema operativo que se pueda llamar mínimamente seguro:

  • Permite que al introducir un CD, Sony nos pueda instalar un programa fuera de nuestro control.
  • Permite que los programas instalados se puedan esconder del sistema operativo y de los detectores de spyware, cree vulnerabilidades, cambie la configuración del sistema, haga intrusismo en otros programas...

La cosa va del siguiente modo. Al introducir el CD, se muestra el contrato de licencia que nadie se lee. El documento contiene referencias a la instalación del programa, pero no da detalles específicos ni dice que el software no se puede desinstalar. Si dices que sí, el programa maligno de Sony se te instala. Si dices que no el lector de CDs se abre y no puedes escuchar la música. Gracias a las bonitas funcionalidades de carga de CDs de Windows estás jodido de todos modos.

En segundo lugar están las técnicas de ocultación del programa, llamadas de rootkit que evitan su detección y desinstalación. Entre otras cosas, funciona haciendo que los ficheros que empiezan por "$sys$" sean invisibles, y de aquí viene la vulnerabilidad. Los virus cuyos ficheros empiezan también con esa cadena permanecen también ocultos para el sistema y los antivirus.

Me gustaría que alguien me explicase por qué Windows permite estas técnicas de rootkit, porque no no logro entenderlo. Los únicos usos que se me ocurren son malévolos. Me da la impresión de que con un buen sistema operativo los distribuidores de contenidos lo tendrían mucho más difícil para proteger tecnológicamente los derechos de autor. Si no fuese porque Windows les pone las cosas fáciles...

De momento estas son las armas más afiladas de las compañías distribuidoras de contenidos, pero preparémonos para el futuro digital que la guerra no ha hecho más que comenzar. Creo que las películas de DVD dan una idea de por donde irán los tiros en el futuro. Los distribuidores de contenido crearán nuevos formatos cuyo contenido estará codificado y obligarán a los fabricantes de hardware y software a incluir sistemas anti-copia si quieren obtener la clave de decodificación. La batalla tecnológica entre sistemas de encriptado y crackers está servida.

miércoles, noviembre 09, 2005

Identidad no es racismo

Agradezco las muestras de simpatía y también de apoyo de los que no compartiendo mis ideas (cosa nada de extrañar cuando no nos gusta el pensamiento único) entienden que ciertos calificativos contra las personas están completamente fuera de lugar y del mínimo respeto, como debería ser obvio para cualquiera que haga un esfuerzo mínimo de comprensión del contexto y los textos aludidos . Hay personas que deliberadamente o por desconocimiento están confundiendo racismo con identidad, y espero que esta anotación aclare algo la diferencia.

Soy, como muchos otros, moderadamente españolista, y por eso no veo que sea moralmente perversa la existencia de la nacionalidad española y que gozemos de derechos que no tienen otras personas desprovistas de esa nacionalidad (al menos temporalmente hasta que sea viable derribar fronteras).

Soy moderadamente europeísta, y por razones identitarias, culturales, de cohesión económica, entiendo que la pérdida de fronteras y de soberanía política no puede hacerse de repente a nivel planetario. Podemos y debemos empezar por este experimento europeo que, por supuesto, otorga a los europeos derechos de residencia y de trabajo que no tienen las personas con otros orígenes geográficos. Pero eso no es racismo, es identidad y pragmatismo europeísta.

Soy moderadamente latinoamericanista. Los lazos que unen a España con los países de Hispanoamérica, históricos, culturales, de lengua, hacen que la aceptación de los inmigrantes americanos por parte de la población española sea mayor que los de otros orígenes. Si hacemos tratados con los países Europeos que privilegian nuestra movilidad, no veo porque no vamos a poder hacer tratados con los países latinoamericanos que den facilidades para la movilidad de sus ciudadanos. Aunque no tengo certezas, creo que cuanto menos debería ser posible discutir sobre ello sin que le tachen a uno de racista. Creo que hay motivos identitarios, culturales y también prácticos por la mayor identificación que tiene la población española con los latinoamericanos, para que por lo menos se puede hacer un debate sobre el tema sin ser insultado.

No somos los únicos que tenemos identidad y diferencias. Norteamericanos, árabes, israelíes, prácticamente todo el mundo tiene una lealtad especial para los que son de su grupo, y aceptan la diferencia de derechos.

Soy moderadamente internacionalista. De corazón soy absolutamente internacionalista, pero la cabeza me modera. Sueño con que algún día formemos una única nación y todos tengamos los mismos derechos, pero mientras sueño veo que en la realidad todavía está muy lejos.

Soy partidario de volcarse con recursos humanos y ayuda internacional para quien la necesite, especialmente para el África subsahariana, pero también soy escéptico respecto de que la ayuda sea efectiva para desarrollar a África.

Soy consciente de que hay cientos de millones de personas que vivirían mejor en Europa y que emigrarían si se les diese la oportunidad, pero a la vez soy consciente de las consecuencias impredecibles que una emigración masiva y sin límites traería para nuestra cohesión social, económica y política. Por lo que he oído en las noticias y análisis, las revueltas de estos días en París pueden tener alguna relación con la emigración de los años 60 y 70. Si no se hubiese dado la segunda, posiblemente no se estarían dando las primeras. Lo que me hace pensar a veces que antes de abrir las puertas a la inmigración, deberíamos ser capaces no sólo de proporcionar una posición ordenada y aceptable para los que llegan, sino también de garantizarla para sus hijos y nietos.

Soy también consciente de que el fenómeno del terrorismo yihadista no ha hecho más que empezar, y no soy capaz de predecir las consecuencias que podría tener para Europa la aceptación masiva de inmigantes de religión islámica en el caso de que hubiese una escalada de terrorismo. La inmensa mayoría de los musulmanes que entrasen serían gente honrada que nada tendría que ver con el terrorismo, pero entre ellos se podrían colar fácilmente otros con intenciones más perversas, o ser reclutados más tarde si se alienan por alguna razón, por ejemplo si el modo de vida en España no les satisface. Por estos motivos muchas veces me asaltan pensamientos de llamada a la precaución, pero sólo son reflexiones y dudas, no certezas anti-inmigración.

No tengo nada en contra de los musulmanes individualmente. Muchas veces me encuentro a mí mismo pensando que la admisión de Turquía en la Unión Europea podría ser deseable. Procuro tratar a los musulmanes como trato a cualquier otro ser humano cuando me los encuentro o cuando los he tenido como compañeros de trabajo, pero por las razones que he expuesto más arriba, como fenómeno colectivo inmigrante y sólo referido a determinados países, me llaman cuanto menos a la reflexión, y espero que me sea permitido hacer la reflexión en voz alta.

Vivimos en un mundo lleno de incertidumbres, y creo que las dudas y reflexiones, aunque algunas veces puedan estar equivocadas o parecer extemporáneas, son buenas para empezar a buscar respuestas. Por cierto que las respuestas no siempre responderán a nuestros sueños, como a muchos nos gustaría. Las respuestas deben estar guiadas por unos principios sólidos, pero también por un pragmatismo sólido. Olvidar cualquiera de los dos es un billete seguro hacia el desastre.

martes, noviembre 08, 2005

Anatema

Nunca me habían llamado racista. Siguen sin haberlo hecho directamente, pero la asociación de mi persona con la anotación bloguera "yo no soy racista pero..." no es menos insultante, al igual que otras flores como "renunciar a los valores cívicos" o "comportarse antidemocráticamente".

¿Qué es lo que ha suscitado lo que parece un ataque ad hominem (o si no se queda muy cerca)? ¿Una llamada a la expulsión de los inmigrantes o a marcar con estrellas de David a los que se queden para identificarlos mejor? No, algo peor: Una reflexión (ni siquiera una conclusión categórica) sobre las ventajas de controlar el flujo migratorio, privilegiar a los inmigrantes con mejor nivel de educación o cualificación profesional sobre los que no la tienen y dar preferencia a los naturales de determinados Estados frente a los de otros, de acuerdo con criterios objetivos como la tasa de criminalidad o criterios algo menos objetivos pero igual de importantes como la semejanza cultural.

¿Es algo tan grave? No creo, pero en todo caso es algo que están haciendo ya todos los gobiernos de izquierda y de derecha. Por supuesto en lo relativo a la cualificación profesional, y también en diferenciar los pasaportes. No sólo diferenciamos a los nacionalizados españoles de los demás (¿por qué hacer diferencias si todos somos seres humanos?), sino que la siguiente diferencia significativa es entre europeos y no europeos. Los tratados de la Unión Europea son entre otras cosas un privilegio que diferencia, en cuanto a posibilidad de viajar y residir, a los ciudadanos de la Unión respecto de los que no lo son.

Si, por sentirnos identificados con unos valores comunes, hemos hecho un tratado con otros países de la Unión Europea que nos privilegia como grupo frente a los que no están incluidos, ¿por qué no firmar tratados con otros países con los que nos identifiquemos culturalmente para favorecer el flujo de personas? ¿Si no es racista promover la libre circulación de europeos, por qué lo es privilegiar la circulación desde países con los que tenemos lazos históricos como los latinoamericanos?

No estoy seguro de que sea una buena política. Solo son reflexiones que me hago a mí mismo y que quería compartir y discutir con todo aquél a quien interesen, pero hay que tener cuidado con las reflexiones que uno hace en voz alta. Está claro que hay ciertos tabúes de los que no se puede ni hablar, a riesgo de ser crucificado.

Digo crucifixión porque no ha habido fair play. Más fácil que desmontar la argumentación es inventar hombres de paja a los que sea más fácil atacar. Ni Carmen ni yo hemos dicho que no consideremos "nacional al nieto de un emigrante", por mucho que se le busquen tres pies al gato. Ni tampoco que "hay que comportarse antidemocraticamente" (así entrecomillado como si fuese una cita literal). Si se nos atribuyen afirmaciones tan rotundas, lo mínimo sería identificar al destinatario del tomatazo (¿o acaso Carmen y yo vamos en el mismo paquete?) y justificar con argumentos válidos que hay buenas razones para el despellejamiento.

Después de este paréntesis autoexplicativo, seguiré pensando libremente sin someterme a ningún molde preestablecido, (en esto coincido con David) y estoy convencido de que Carmen hará lo mismo. A veces nuestras opiniones serán más acertadas, y a veces nos equivocaremos. Me encantaría que si nos equivocamos se rebatiese nuestras ideas (no nuestras personas) con fuerza sí, pero con tolerancia, mente abierta y sobre todo respeto. A veces me daré incluso cuenta de mi propia equivocación y me gustaría saber rectificar en público sin dejarme llevar por el ego. Mientras tanto procuraré (y ahora más que nunca) limitarme a llevar a cabo un debate de ideas con otros bloggers, sin caer en la descalificación (solapada o no) ni la insinuación personal. Al fin y al cabo la vida es demasiado corta y llena de retos estimulantes como para perder el tiempo en riñas personales.

sábado, noviembre 05, 2005

Trampas de exclusión

Ha empezado un debate sobre los males que acosan a los inmigrantes y sus descendientes en los suburbios franceses, su diagnosis y posibles remedios. Aunque la exclusión sea más visible cuando afecta a colectivos fácilmente identificables, como los musulmanes en Francia, los negros en EEUU o los gitanos en España, la exclusión no les afecta sólo a ellos. También afecta a blancos, cristianos y payos y no se puede entender el fenómeno sin ahondar en las causas comunes que flagelan a todos. Ya habrá tiempo para afinar y reflexionar sobre los hechos diferenciales que se ceban más sobre unos colectivos que sobre otros.

Tanto EEUU como Europa continental y mediterránea tienen trampas de exclusión que afectan a todos los colectivos, nativos o inmigrantes, blancos o negros. Sin embargo ambos lados del Atlántico son mundos diferentes como explica Paul Krugman en su excelente artículo “Europa sin trabajo, América sin un céntimo”. La Europa euroesclerótica es una trampa de exclusión del mercado laboral, mientras que en EEUU existe una trampa de pobreza. Tener trabajo allí no es una garantía de salir de la miseria. A años luz del mito del sueño americano, la movilidad social en EEUU es en realidad muy baja. Los salarios de los menos cualificados laboralmente son de miseria y eso es un círculo vicioso que tiene consecuencias en el futuro. Ni ellos ni sus hijos probablemente podrán pagarse una buena educación (la universidad es carísima) o dispondrán de una red de relaciones en la que apoyarse. La movilidad de sus hijos no es imposible, siempre surgen talentos excepcionales que se abren camino en la dificultad, pero serán los menos.

En Europa continental y mediterránea la regulación que “protege” a los trabajadores tiene efectos nefastos sobre el paro. Los que tienen la suerte de trabajar gozan de la protección de salarios mínimos y de una legislación que restringe los despidos y castiga a las empresas con indemnizaciones, pero eso aumenta el número de los excluidos del mercado laboral. Las empresas no quieren saber nada de aquellos cuya productividad no saben si compensará el alto coste de los contratos.

¿Es posible salir de estos dos modelos que inevitablemente nos arrastran a alguno de los dos tipos de trampa? Aparentemente sí. El modelo nórdico funciona en la Europa del Norte, aunque tenga que reinventarse de vez en cuando a sí mismo para adaptarse a los nuevos tiempos: Unos mercados de bienes, servicios y trabajo liberalizados pero con generosas prestaciones sociales que actúan como una red de seguridad, evitan los dos tipos de exclusión social. Sin embargo todavía está por demostrar cómo funcionaría en otros sitios. Posiblemente habría que reinventar la socialdemocracia nórdica para adaptarla a nuestra idiosincrasia ibérica. Seguramente aquí no podría ser igual de generosa, pero sólo es una suposición. La receta no es automática. Hay que hilar fino para que la generosidad no se convierta en dependencia.

En resumen, que ni el estado mínimo es una solución contra la exclusión, como nos lo demuestra el caso de EEUU, ni tampoco el estado metomentodo, como pueden comprobar los franceses. Soy mucho más partidario de un Estado que dé libertad a las empresas y los mercados, mientras utiliza inteligentemente el gasto social para mejorar la igualdad de oportunidades y luchar del mejor modo posible contra la doble trampa de la exclusión sin caer en la trampa de la dependencia.

viernes, noviembre 04, 2005

Las noticias de París me pillan con un humor pesimista

Francia nos lleva décadas de adelanto en la absorción de inmigrantes, especialmente magrebíes, y es uno de los países europeos que tiene una política más activa y mayor presupuesto para integración de inmigrantes y descendientes de inmigrantes. ¿No deberíamos entonces mirar a Francia como si fuese una bola de cristal para ver reflejado el futuro social de la inmigración en nuestro país?

Si es así (y no veo porque a nosotros nos tiene que ir mejor) el futuro pinta mal. La integración social de la inmigración en Francia se puede decir que ha sido un fracaso. La segunda y tercera generación, que son franceses de nacimiento y han vivido en ese país desde siempre, se sienten discriminados, especialmente en la búsqueda de trabajo. Los disturbios en la banlieu parisina son al fin y al cabo un síntoma de esta frustración.

La multiculturalidad es un engaño, un castillo en el aire. Allí donde hay grupos con diferente cultura se forman guetos, discriminación, diferencias sociales. En lugar de mezclarnos los seres humanos como miembros de una misma especie, nos separamos en grupúsculos étnicos. Como agua y aceite, parece que somos inmiscibles. Incluso con poblaciones que llevan numerosas generaciones en el país, como los negros de EEUU, no hay manera de eliminar la desigualdad, la discriminación y la separación racial por barrios.

En España la inmiscibilidad de las comunidades y la fricción en los puntos de contacto es una realidad. Hoy son los locales, a los que les toca vivir en barrios donde la inmigración se concentra, los que se quejan de la degradación de su vecindad, fustración que ha estallado ya de un modo explosivo por ejemplo en El Ejido y en el madrileño barrio de Villaverde. Mañana será la segunda generación, los hijos de los inmigrantes, los que estallen de un modo violento ante la discriminación y de la desigualdad de oportunidades. En el peor de los casos, la falta de identificación con el país donde viven nos puede pasar una alta factura.

¿De verdad alguien cree que estamos preparados para abrir las fronteras y acoger inmigración sin limitaciones? ¿Estamos preparados para una multiculturalidad que incluye naturales de países donde la democracia o la igualdad de sexos no forma parte de sus valores culturales? Por mi parte cada vez soy más partidario de absorber la inmigración con cuentagotas y limitarla dar preferencia a las personas con cultura y cualificación profesional o a naturales del continente americano que están mucho más cerca de compartir nuestros valores y son mucho menos conflictivos.

No nos hacemos ningún favor absorbiendo a personas de otras culturas simplemente porque son mano de obra barata. La factura la podemos pagar más tarde, y uno de los modos más caros de pagarla sería que los herederos de Le Pen suban como la espuma y acaben haciéndose con el poder en los países europeos. No demos por garantizada nuestra democracia si se ve sometida a un fuerte estrés.

jueves, noviembre 03, 2005

El juego del Estatut

Con brillante retórica y los mejores fuegos artificiales de cada cual se abrió ayer una nueva mano del juego del Estatut. En realidad sólo fue un calentamiento y todavía no ha empezado lo mejor de la partida.

Al PP no le gusta el juego y cree que puede ganar más beneficios torpedeándolo y pretendiendo que el juego es otro. Los más moderados se comportan como nacionalistas y le llaman reforma constitucional. De los más exaltados, que esgrimen palabras violentas como balcanización, mejor ni hablar. Son profecías que corren el riesgo de causar su propio cumplimiento. Se entiende que ERC o PNV tense la cuerda de la cohesión nacional, pero no parece sensato que lo haga el partido que más vehementemente defiende la unidad patria. Cuanto más crezca la crispación, mayor será el peligro de ruptura. Por cierto que las llamadas al boicot de los productos catalanes son un inmejorable propaganda a favor de la causa independentista.

Los beneficios electorales a corto plazo tampoco están garantizados. Artur Mas avisaba ayer que el PP podría tener dificultades para volver a gobernar a menos que obtenga mayoría absoluta, porque el recurso de hablar catalán en la intimidad ya no les servirá.

Con el principal partido de la oposición poniendo palos en las ruedas en lugar de arrimar el hombro, no pinta bien para el PSOE. Aunque el debate de ayer ha supuesto una escenificación de unidad socialista y una inyección de moral, la partida no ha hecho más que comenzar. La verdad es que no tienen buenas cartas, y su líder parece más un animador de fiestas que un diestro jugador de póker. Echemos un vistazo a la partida:

  • El PSOE no tiene por sí solo mayoría suficiente en el Congreso para reformar el Estatuto. Necesita al PP, CiU, ERC o PNV para aprobar enmiendas.
  • Con el PP no se puede contar porque se ha autodeclarado fuera de la partida. Su único juego es precisamente torpedear el juego.
  • El PSOE necesita de los nacionalistas catalanes para gobernar y aprobar leyes, tanto a nivel nacional como en Cataluña. En cambio, a convergentes y republicanos les da igual si hay elecciones anticipadas.
  • Republicanos y convergentes quieren un nuevo Estatuto, pero no a cualquier precio. Posiblemente prefieran arriesgarse a un fracaso antes de ver como la tijera mutila los artículos más sustanciosos.
  • Como se vio en la elaboración del proyecto, ERC y CiU compiten por ver quien es el más catalanista. ERC podría quedar pésifmamente ante su electorado si acceden a recortar el Estatuto, mientras CiU resiste y mantiene la bandera de la pureza catalanista.
  • Zapatero ha declarado en varias ocasiones que aprobaría el Estatuto que salga del Parlamento catalán. Pésimo movimiento táctico. No hay peor jugador de póker que aquél que enseña las cartas o anticipa sus jugadas.
  • Artur Mas y Carod Rovira son unos negociadores magníficos, como han demostrado durante la elaboración del proyecto de Estatuto. En cambio Zapatero es pésimo. Le sobra energía y es capaz de salir en un momento dado con ocho propuestas, pero le falta fuerza y visión estratégica y táctica controlar los acontecimientos y guiar el desenlace.

En resumidas cuentas, los únicos que quedan tirando del carro estatutario son los socialistas y los nacionalistas catalanes. Los segundos tienen mejores cartas de salida, y además son mejores jugadores de póker, así que el resultado me parece que está cantado. Se aprobará un Estatuto de máximos que mantendrá los puntos más relevantes (la declaración de Cataluña como nación, una nueva financiación, el grueso de las nuevas competencias y las relaciones bilaterales).

Siempre le quedará a Zapatero el recurso a la teatralidad, y en eso sí que es un maestro. Si no puede modificar el Estatuto, al menos podrá maquillarlo y llenarlo de retórica para simular que controla la situación. Pero al fin y al cabo es un consuelo bastante pobre. Veremos al final de la partida si el PSOE se mantiene unido como escenificaban ayer o estalla la rebelión interna.